Dos grandes clásicos reducidos al cabotaje

Hay que revisar la reseña. Recordar grandes batallas. Grandes historias, verdaderamente, encierran estos dos grandes clásicos de nuestro fútbol. En la zona norte, River jugará con Racing y en la zona sur, Independiente chocará con Boca. Si la síntesis de ambos anuncios se cerrara en esta misma línea, no haría falta contar mucho más: estos dos duelos se venden por sí mismos.

Sin embargo, hay un asunto extraordinario en el medio de esta jornada, inolvidable en cualquier otro contexto. Se mezclan, se entrometen, dentro de la trilogía superclásica, a la que le falta el último capítulo, el más importante. La Copa Libertadores es la obsesión compartida, también, para Racing, que tiene la mente puesta en el desquite de Wanderers, en Avellaneda. Las revanchas se realizarán el jueves venidero, a pocas cuadras de distancia: del Cilindro a la Bombonera.

Es difícil, imposible tal vez, abstraerse del contexto. Es la clásica sentencia que se utiliza en otros ámbitos: qué es lo urgente, qué es lo importante. Lo primero, los duelos de esta tarde, de esta noche. Lo otro, lógicamente, es lo trascendente, pero para eso falta un...