Dos asesinatos a tres cuadras de distancia y con 18 horas de diferencia

Ni siquiera se habían acallado los ecos del morboso hallazgo de un cadáver dentro del placard de un departamento situado a un par de cuadras de la 9 de Julio cuando la revelación de una nueva muerte violenta, de una nueva escena del crimen a menos de 400 metros de la anterior, sacudió al barrio porteño de Monserrat, muy cerca del centro financiero del país y a pasos del Departamento Central de la Policía Federal Argentina. El primero era Nicolás Silva, el empleado de una financiera desaparecido hace más de un mes y hallado muerto el domingo a las 18; el otro, Amado Jesús Bautista, un abogado de 61 años que apareció asesinado ayer a las 10, atado de pies y manos, desnudo y con una bolsa y golpes en la cabeza dentro de su estudio.

Los forenses revelaron ayer, al caer la tarde, que Silva, de 29 años, había muerto por asfixia mecánica por compresión cervical y sofocación -dos bolsas de nylon le cubrían la cabeza- y, además, tenía una cuchillada en la espalda. Sólo se conservaba intacta su la ropa: la remera rayada, el chaleco inflable azul, el jean oscuro y las zapatillas que vestía el 4 de octubre pasado, cuando lo registraron las cámaras de Sarmiento y Florida, donde hacía las veces de "arbolito" y voceaba el cambio de divisas informal. Aquel día había partido desde allí con 70.000 pesos hacia Venezuela y Salta, donde teóricamente se iba a encontrar con un cliente para una operación de compraventa de dólares. A metros de ahí, en el departamento 4° A de Venezuela 1218, Silva apareció muerto el domingo a las 18. El presunto comprador, un vigilador privado, es el sospechoso número uno del crimen y ahora está prófugo.

La propietaria del inmueble Brenda Blanco Rondón, peruana de 39 años, y su suegro, Antonio Reyes, fueron detenidos inmediatamente después del hallazgo. Ayer, afirmaron ante el juez porteño Guillermo Carvajal que no sabían que tenían un cadáver dentro del placard. Sin decirlo, apuntaron a Pablo Reyes, hijo de Antonio, padre de dos de los tres hijos de Brenda y vigilador privado de la empresa Gruspa SRL destinado a tareas de seguridad en la agencia de noticias Télam.

La mujer declaró que Reyes se fue de la casa el domingo, luego de una pelea conyugal y justo antes de que ella, guiada por el olor nauseabundo que atribuyó a las heces del perro labrador de la familia, quisiera limpiar el ropero y encontrara un muerto.

La policía y la justicia creen que es imposible que nadie en la casa -la pareja tenía dos hijos, de siete meses y tres...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR