Sin dólares, Cristina Kirchner le sumó una nueva piedra a la 'puerta giratoria' de Alberto Fernández

Acto por la conmemoración de los 100 años de YPF, encabeza Alberto Fernández, y Cristina Fernández de Kirchner

Fue a mediados de agosto de 2019. En un evento organizado por Clarín, Alberto Fernández explicó por qué le faltaban dólares a la economía argentina. "El cepo al dólar es como poner una piedra en una puerta giratoria: nadie sale, pero nadie entra", cuestionó y se embanderó: "Ni cepo ni deuda". Desde entonces, las piedras ya construyeron un fenomenal dique y, sin embargo, los dólares no están; la deuda en divisas extranjeras no es una opción por la disparada del riesgo país y aquella en pesos fue intervenida oficialmente para evitar que se hunda la capacidad de financiamiento del Gobierno.

Tres años después de sus reflexiones, sin poder político y pese a que el superávit comercial a fin de año puede llegar a los US$11.000 millones por los precios récord de lo que vende el país, el Presidente se somete una vez más al camino que le marcó Cristina Kirchner y que dejó a fines de 2015 un Banco Central (BCRA) sin divisas, un fallo en contra de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y un sistema (las DJAI) que se dedicaba a "patear" importaciones para adelante -son muchas de las que le cayeron al gobierno de Mauricio Macri en el primer semestre de su gobierno- y a frenar la economía.

"Los cepos a las cantidades importadas tienen un sesgo recesivo", explicó una economista, que ve un planchazo de la actividad económica más cerca de fin de año. Algo de esa fatiga ya pudo verse en el último informe de Cuentas Nacionales sobre el PBI. En la microeconomía, las empresas venden menos sin tener asegurada la reposición y aumentan precios porque no conocen el costo al que tendrán acceso a su mercadería en el futuro. La misma estanflación que algunos analistas prevén para el mundo puede ser más profunda y acelerada en la Argentina.

Con esas perspectivas, se exploran todas las opciones, incluso las correcciones más inconvenientes. Sin reservas ni confianza -con un año y medio más de gestión por delante y elecciones presidenciales en 2023- no pasó inadvertido que entre los temas que debatieron Cristina Kirchner y Carlos Melconian estuvo la decisión, en 2014, de Juan Carlos Fábrega y Axel Kicillof de devaluar el peso para reordenar algo las cosas antes del recambio de 2015. Los ríos suenan siempre en los años pares (los no electorales). Por ahora, el equipo económico busca más tiempo para hallar resultados en el programa que se selló con el Fondo...

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