El país con un dólar de dos precios: el tipo de cambio paralelo adquirió vida propia a partir de los controles

En algún momento, la atención estuvo copada por los shoppings, los electrodomésticos y los autos. Pero en estos días, el dólar parecería haber vuelto a escena, con más fuerza que nunca. Bastó simplemente con que los argentinos se vieran privados de acceder al mercado de cambios en forma definitiva para que su amor por la divisa norteamericana reflotara, intacto.Dispuestos a pagar más caro, a sortear los controles de las autoridades y a esquivar hasta los adiestrados perros de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), los ahorristas le dieron vida al mercado paralelo del dólar. Así, mientras el billete oficial se mantuvo casi intacto en $ 4,48 para la venta, el blue (como se conoce en la jerga al dólar paralelo) escaló hasta cerrar en $ 5,60 el viernes."El público piensa que el dólar tiene que subir y va a comprar dólares, es la bicicleta de siempre, pero que está alimentada por una realidad insostenible y es que si la inflación anda por el 25% y las tasas de interés están en el 12%, algo hay que hacer con los ahorros", dice el economista Carlos Rodríguez, rector de la Universidad del CEMA. "Por un tiempo, la gente se dedicó a comprar autos y departamentos, pero este tipo de boom es insostenible, porque después suben los servicios, el impuesto inmobiliario", describe.Por primera vez, probablemente desde la devaluación de 2002, la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo ascendió esta semana al 25 por ciento. El desdoblamiento del tipo de cambio, aseveran algunos economistas, ya existe de facto. De hecho, según un informe de Finsoport, la consultora que dirige Jorge Todesca, el ex viceministro de Economía de Eduardo Duhalde, la ampliación de la brecha cambiaria y la ausencia de un acceso alternativo regulado al mercado de cambios significan que para los particulares ahora "existe un único mercado, libre, que se agrega al oficial".De alguna manera, una situación similar a la argentina se vive en Venezuela, donde los controles de cambios llevan a que existan tres cotizaciones del bolívar: el oficial, que vende el banco central a 4,3 por dólar; el tipo de cambio implícito, de 5,4, que se obtiene comprando con bolívares bonos denominados en dólares emitidos por el Gobierno o la petrolera estatal Pdvsa (el equivalente al "contado con liquidación" en la Argentina), y el dólar libre, de la calle, que se cotiza entre 8 y 9,50. Aunque, en Venezuela el Estado todavía tiene un control mayor sobre la oferta de divisas, ya que según explica Bret...

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