El dólar calmo impulsó un veranito inmobiliario

Como consecuencia del cepo, la inflación y la escasez de crédito hipotecario, el mercado inmobiliario tocó fondo, el subsuelo más profundo en 40 años. Sin embargo, la calma que mostró el dólar hasta mitad de año, la confianza que ganó el Cedin como herramienta y las expectativas de buenas inversiones en las puertas de un cambio de gobierno impulsó un veranito de datos levemente positivos, siempre apoyados en los magros contrastes estadísticos de los últimos años.

Pero los especialistas en el mercado inmobiliario consultados por LA NACION anticiparon que la disparada del dólar libre durante julio -superó los $ 15 en el mercado paralelo y amplió a más de 60% la brecha con el oficial- volvería a pinchar los datos de operaciones de ese mes.

Según informó ayer el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires, la cantidad total de las escrituras de compraventa de inmuebles aumentó en junio 7,4% en relación con el mes anterior (233 actos más), con 3364 registros, mientras que el monto de las transacciones hechas se elevó 36%, hasta 4037,4 millones de pesos.

En la comparación interanual con junio de 2014, las escrituras mostraron un repunte de 6,7% en cantidad de actos y de 65,4% en pesos. En el acumulado del año, se firmaron 15.448 escrituras, 3,1% más que el registrado un año atrás.

Con los datos de junio, el sector ya muestra alzas consecutivas mensuales desde marzo. Según los especialistas, ese veranito es producto de la estabilidad que mostró el mercado cambiario y de la depresión del inmobiliario. "El dólar planchado es claramente una causa del repunte", afirmó Tomás Marolda, secretario de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA). "La otra causa principal es que hay una demanda contenida por mucho tiempo sin compraventas. Si la gente ve algo de estabilidad, se larga", afirmó. Según el integrante del consejo directivo de la cámara, el Cedin se convirtió en un instrumento "más confiable" gracias a que el cambio por...