¿Dólar Bon o Bon o leche en polvo? La insólita oferta a las empresas para que congelen precios

Nuevos tipos de cambio por congelar precios

La demoledora presión que ejerce Cristina Kirchner sobre su ministro de Economía, Sergio Massa, para contener la inflación -especialmente en alimentos- llegó a terrenos que exacerban la creatividad de los encargados de velar por los precios. Con la idea de neutralizar el costo que puede tener para las empresas del sector congelar por una ventana de tiempo sus productos en un contexto de elevada inflación ofrecen un "dólar góndola", o sea, un tipo de cambio diferencial, para la exportación de sus productos.

Hoy, como ayer, el secretario de Comercio, Matías Tombolini, siguió recibiendo a directivos de las firmas de consumo masivo. Según indicaron varias fuentes a LA NACION, el economista ofreció un tipo de cambio diferencial e incluso "flexibilidad para importar", además de considerar otras ideas que propongan las compañías. La idea es que de así se sumen al congelamiento de precios de entre 90 y 120 días de precios de una canasta de proximidad para el canal moderno (grandes supermercados) y tradicional (pequeños comercios) que prepara el Gobierno a lanzar a mediados del mes que viene. Los productos deberían tener el precio impreso en la etiqueta de los envases.

Cerca de Tombolini, en cambio, matizaron el pedido para ese rubro de una remake del exitoso dólar soja. "¡Esto es lo que piden!", exclamó un hombre de su círculo. "Lo que hay siempre son pedidos sectoriales, que van desde dolar malbec al que se te ocurra. En cada mesa que me siento, me piden un dólar especial", dijo un negociador de Comercio, que participó de los encuentros con los empresarios.

Uno de los directivos que estuvieron con el secretario en reuniones que comenzaron la semana pasada confirmó que se mencionó -sin ningún detalle- la posibilidad de un tipo de cambio diferencial para minimizar el costo del congelamiento. Precisó que la idea oficial era un plazo de 90 a 120 días y que se buscaba una canasta de proximidad. Además, dijo que la idea de poner un precio fijo en las etiquetas -algo que ya empujó la ex secretaria del área, Paula Español, con su plan Super Cerca- tardaría por lo menos unos 90 días en implementarse. Es algo que repitieron varios de los que visitaron en los últimos días a Tombolini, según contaron. "¿Las empresas se van a sumar?", le preguntó LA NACION. "Es más fácil responder si en el próximo superclásico va a ganar Boca o River", ironizó el empresario sobre el marco de incertidumbre que rodea a la iniciativa...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR