Documentos falsos, obra púbica y evasión: la justicia de Chaco avanza contra Lázaro Báez

Lázaro Báez, condenado por lavado de dinero, afronta una causa en Chaco por una presunta evasión agravada

Lázaro Báez quedó a un paso de afrontar otro juicio oral . Ahora, por la evasión agravada de decenas de millones de pesos provenientes de la obra pública a través de la constructora "Sucesores de Adelmo Biancalani", con la que ganó contratos en Chaco y que ahora podría configurar el "delito precedente" de la condena que ya arrastra por lavado de activos.

El nuevo traspié de Báez ocurrió esta semana, cuando la Cámara Federal de Resistencia rechazó su apelación contra el fallo que confirmó su procesamiento. Ahora, su defensa solo podrá intentar llegar a la Casación, el máximo tribunal penal del país, a través de un recurso de "queja" para impedir que avance el proceso.

Los camaristas María Delfina Denogens, Rocío Alcalá y Juan Manuel Iglesias concluyeron que las apelaciones que presentaron los abogados de Báez y su socio -y exsenador justicialista chaqueño- Fabio Biancalani resultan "inadmisibles" ya que no cumplían con los requisitos procesales previstos por la ley.

Así, Báez quedó muy cerca de volver a sentarse en el banquillo de acusados como presunto coautor de una de evasión agravada por el uso de documentos apócrifos, en concurso real con una evasión agravada por el monto, según confirmó la Cámara.

"Del examen de los fundamentos de los recursos promovidos [por Báez y Biancalani] se pone de manifiesto la pretensión de los recurrentes de generar un nuevo examen crítico de los sucesos que constituyen el objeto del proceso", concluyó la Cámara, lo que resulta inadmisible ya que de otro modo convertiría a la Casación "en otra instancia ordinaria de apelación", cuando en realidad tiene un "carácter limitado, extraordinario y excepcional".

Lázaro Báez fue amigo y socio de Néstor Kirchner y construyó el mausoleo donde está sepultado el expresidente

La investigación que afronta Báez en Chaco también incluye a varios de sus más estrechos colaboradores. Entre ellos, al entonces presidente de Austral Construcciones, Julio Mendoza, y a su contador Claudio Bustos, cuya sombra también se cernió en Bahía Blanca, donde la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) llegó a cerrar su Regional durante la gestión de Ricardo Echegaray para proteger al empresario, presunto testaferro de los Kirchner.

En la investigación chaqueña, Báez, Mendoza, Bustos y Biancalani también afrontan embargos por 52 millones de pesos cada uno, monto que debería...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR