Doble apellido, una extraña fortuna y una detención, los datos ocultos de Etchebest

¿Se espiaban entre sí? ¿Se complotaban entre todos para operaciones de inteligencia? ¿O fue sólo un vivo que engañó a un ingenuo? La denuncia del empresario rural , que acusó a de haberlo extorsionado, tiene elementos para justificar cualquier teoría conspirativa. Etchebest, la presunta víctima, acaba de revelar un dato que oscurece el caso todavía más: admitió a LA NACION que entre 2014 y 2016 compartió oficinas con Aníbal Degastaldi y Ricardo Bogoliuk, los dos excomisarios vinculados con servicios de inteligencia que están detenidos y que, según declaró D'Alessio, le habían encargado esa extorsión."Estoy en algún lugar, bien lejos", dice Etchebest en comunicación telefónica, y agrega que tiene miedo. "Yo no sabía que ellos trabajaban en inteligencia. Sí, que eran expolicías que hacían pericias y temas de seguridad". La relación empezó en 2014 cuando, recuerda, coincidió con ellos y otras siete personas al alquilar compartimentos en el mismo primer piso de un edificio de Alicia M. de Justo 1150, Puerto Madero. Compartían secretaria y baño. "En realidad era una chica que pasaba los llamados, no tenía acceso a mis cosas. Ellos eran muy reservados", aclara.La convivencia duró unos ocho meses hasta que, agrega Etchebest, los excomisarios le ofrecieron alquilar todos juntos una oficina en el tercer piso de ese lugar. Y allí, en ese amplio espacio con vista el río, estuvo él hasta 2016, pagándoles a Degastaldi y Bogoliuk un alquiler que ellos trasladaban después a la administración.Los datos coinciden con la declaración de D'Alessio a la Justicia. Él, mientras tanto, tenía oficinas en el segundo piso y subía cada tanto. "Lo cargaban, porque D'Alessio es un poco excéntrico. A mí me daba un poco de lástima", cuenta ahora Etchebest, que dice no explicarse cómo la víctima de aquel bullying lo llamó en enero de este año desde Tulum, México, para decirle que estaba nombrado en la causa de los cuadernos por la declaración del arrepentido Juan Manuel Campillo, exdirector de la Oncca. D'Alessio le dijo que, si quería que lo sacaran, tenía que pagarle 300.000 dólares que él le trasladaría al fiscal .Fue el inicio de la causa que terminó con la imputación de Stornelli y que lleva adelante el juez Alejo Ramos Padilla. Desde su no lugar en el mundo, Etchebest reitera ahora que, a la segunda llamada de D'Alessio, y por consejo de su abogada, puso el teléfono en altavoz y grabó con el móvil de su mujer.La historia tiene demasiados cabos sueltos. El más...

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