Diversificar actividades y agregar valor sin perder plata

BENITO JUÁREZ.- Los hermanos Juan y Miguel Camio prueban que una empresa mediana puede crecer diversificando actividades y no morir en el intento.A diferencia de la mayoría de los casos que terminan en fracaso, al sumar producciones más intensivas o negocios de naturaleza más comercial no perdieron eficiencia, no perdieron plata y no sufrieron ningún descalabro administrativo o financiero. Así la producción de terneros y algo de granos que generaban las 690 hectáreas del campo familiar que comenzaron a administrar en 1987 se transformaron hoy en un entramado de actividades que va del abastecimiento semanal de carne de su producción de novillos, vaquillonas y cerdos a una carnicería local a la venta de alimento balanceado, concentrados y premezclas en el que procesan casi todos los granos que cosechan en las 1700 hectáreas de campo propio y alquilado.Gestionan con naturalidad y sin demasiados sobresaltos actividades netamente extensivas, como puede ser la agricultura o la cría de un rodeo de 1000 vacas a producciones más intensivas como el feed lot o el engorde de cerdos. A esto hay que agregar que la familia Camio incursiona también en la actividad comercial que les demanda promover el negocio del alimento balanceado o la marca A Puro Campo, que les han puesto a sus carnes.Este crecimiento sostenido que los llevó de tener un peón en sus comienzos a trabajar con un equipo de veinte personas les genera desafíos constantes, que van desde seguir generando renta hasta el manejo del personal. ¿Podrán mantener la misma eficiencia y control del negocio cuando inevitablemente deban reemplazar la actual organización horizontal, el contacto diario y directo de todo el personal con cualquiera de los hermanos Camio, por la incorporación de cuadros gerenciales intermedios? Es el dilema que enfrentan muchas empresas medianas para seguir creciendo.Juegan a favor de la empresa de Benito Juárez dos fortalezas que estuvieron presentes a lo largo de su trayectoria: la flexibilidad y la practicidad. "Nosotros, como muchos otros, habíamos apostado al crecimiento horizontal, alquilando campo a los vecinos y trabajándolos con equipo de maquinaria propio. Llegamos a sembrar cuatro mil hectáreas hasta que a principios del año 2000 la competencia de los grandes pooles de siembra en el alquiler de campos nos sacó del partido. Los alquileres se habían ido a las nubes y en esas condiciones no quisimos seguir arriesgando", recuerda Juan Camio. Al tomar nota de este escenario, lejos...

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