La dimensión psicológica del ajuste

Mauricio Macri se resigna a meses críticos de recortes y sacrificio. Calcula cómo administrar una medicina amarga para que alguna mejora llegue a sentirse en el año electoral. Para eso bajó a su gabinete una orden perentoria: "Hay que demostrar que somos capaces de ajustarnos a nosotros mismos".

Se cansó de recibir un consejo: ¿por qué no achicar el organigrama récord de 20 ministerios? Sería una señal rápida de austeridad, que de paso permitiría concentrar funciones y lo expondría menos al karma de las decisiones contradictorias.

Macri se resiste con argumentos psicológicos más que contables o políticos. No es solo que les escape a los superministros. Se siente responsable de haber empujado a la función...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR