Dilma, ante un desafío a su prestigio internacional

RIO DE JANEIRO.- Cuando faltan apenas cinco días para la conferencia sobre desarrollo sostenible Río+20, la mayor cumbre que haya realizado las Naciones Unidas (ONU), ayer se trabaron las negociaciones en torno a la declaración final que deberán aprobar los más de 130 jefes de Estado y de gobierno que el miércoles descenderán sobre la Cidade Maravilhosa .La pelota quedó ahora del lado del país anfitrión, Brasil, cuyo gobierno se juega gran parte de su prestigio internacional en esta multitudinaria reunión.Bajo la atenta mirada de la presidenta Dilma Rousseff, los diplomáticos del Palacio de Itamaraty serán ahora los encargados de intentar hacer avanzar los estancados debates entre los países industrializados y de las naciones en desarrollo, que, luego de varias semanas de discusiones, alcanzaron anoche sólo un 28% de consenso sobre el documento final, al cierre de sus sesiones en el centro de convenciones Riocentro, en Barra de Tijuca."La falta de un acuerdo sustantivo sería un gran fracaso para el gobierno de Dilma, que pretendía salir de esta conferencia como un jugador clave en el área del desarrollo sostenible", advirtió a LA NACION Nilo D'Avila, coordinador de políticas públicas de la organización ambientalista mundial Greenpeace.Brasil, que en la última década logró una sostenida expansión económica con reducción de las desigualdades sociales y preservación del medio ambiente, esperaba mostrar su modelo de desarrollo como ejemplo a seguir, sobre todo cuando los pilares de crecimiento tanto en la Unión Europea como en Estados Unidos se tambalean.La misma crisis económica europea y los desafíos políticos de un Estados Unidos en plena campaña presidencial socavaron de entrada el peso de Río+20. Pese a los esfuerzos personales de Dilma por convocar a todos los líderes mundiales, no se espera que vengan ni el presidente Barack Obama ni la canciller Angela Merkel ni el primer ministro británico, David Cameron; y hasta el presidente Hugo Chávez, abanderado de las causas latinoamericanas, faltaría por razones de salud.Y, ahora, los negociadores representantes de los 193 países miembros de la ONU ni siquiera pudieron llegar a un acuerdo sobre la declaración final que se firmará el viernes.Los obstáculos son varios, pero el principal es la resistencia de los países más...

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