El dilema energético del siglo XXI

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), los ocho propósitos de las Naciones Unidas sobre desarrollo humano del año 2000 consensuados por más de 180 países, van a culminar en el año 2015. En esa fecha serán reemplazados por los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS). El desarrollo sustentable será una quimera mientras no haya una agenda global que reconcilie la seguridad y la sustentabilidad energética.Con base en el año 2010, el Congreso Mundial de Energía proyectó que la población mundial a fines del siglo XXI se multiplicará por 1.4 (se estabiliza en 2050 en 9100 millones de habitantes), el producto bruto mundial se multiplicará por 10 y el consumo energético se multiplicará por tres. Los datos auguran una mejora relativa en el nivel de vida de muchos habitantes del mundo que accederán a los niveles de ingreso de la clase media. La demanda de energía mundial seguirá, por lo tanto, creciendo. Un habitante del mundo desarrollado hoy consume un promedio 14 barriles de petróleo por año, mientras que uno del mundo emergente pobre consume sólo tres barriles y uno de desarrollo intermedio, seis barriles por año. Una vivienda de hoy consume en promedio 40% más de electricidad que una de 1970, sobre todo, debido a la incorporación de acondicionadores de aire y de los diferentes artefactos derivados de la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC). Hoy, en un mundo de algo más de 7000 millones de habitantes, hay mil millones de automóviles; la tendencia señala que en 2030 habrá 2000 millones de autos. ¿Es sostenible este patrón de consumo con una dieta energética que hoy depende en un 81% del petróleo, el carbón mineral y el gas natural (energías fósiles)?Un punto de convergencia entre quienes privilegian la seguridad energética y los que plantean el condicionante de la sustentabilidad energética es la necesidad de seguir avanzando en las políticas tendientes a promover el uso eficiente de la energía. La tasa de intensidad energética promedio mundial (que relaciona la unidad de energía consumida con la unidad de producto económico generado) era, tres décadas atrás, de 1; ahora es de 0.70. La productividad del uso de la energía ha mejorado desde la crisis petrolera de los años 70 del siglo pasado y puede seguir mejorando.Con políticas de reducción de subsidios en los precios de la energía fósil y medidas específicas para alentar la difusión y el uso de tecnologías de ahorro y uso racional (en la industria, el transporte, la construcción y los...

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