Diez policías condenados por la muerte de 4 presos

LA PLATA.- Diez policías fueron condenados ayer por un hecho que ocurrió hace 11 años: la llamada "Masacre de Quilmes", en la que cuatro chicos que estaban detenidos en la comisaría 1» del distrito murieron por intoxicación y quemaduras luego de prender fuego en el sector de calabozos en protesta por los apremios que sufrían de parte de los guardias de la seccional.

Las penas para los policías, uno de ellos el ex jefe de la comisaría, van de los 3 a los 19 años y son de cumplimiento efectivo. Este caso impulsó al entonces ministro de Seguridad, León Arslanian, a ordenar el traslado de todos los menores de 18 años a sitios apropiados para su detención, lugares que no debían ser dependencias policiales.

Los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 3 de Quilmes, Alicia Anache, Armando Topalián y Alejandro Portunato, decidieron condenar a todos los policías, que, para enojo de las familias de las víctimas, habían llegado al juicio en libertad. Pero ayer, de Hipólito Yrigoyen 475 salieron todos esposados: cuatro con destino a una cárcel común y los otros seis, hacia su arresto domiciliario.

Diego Maldonado, Elías González, Manuel Figueroa y Miguel Aranda tenían entre 15 y 17 años cuando murieron por intoxicación y por las quemaduras que les provocó el incendio que se desató en la comisaría 1» la noche del 20 de octubre de 2004. Ese año la detención de menores ya estaba prohibida y la Suprema Corte provincial había ordenado al gobierno de Felipe Solá que los alojara en institutos especializados. Ese mes había por lo menos 300 adolescentes detenidos en seccionales bonaerenses.

El ex comisario Juan Pedro Soria estaba a cargo de la seccional aquel día; ayer fue condenado a 10 años de prisión por "estrago culposo seguido de muerte y omisión de evitar tormentos".

El inspector Fernando Pedreira, juzgado por "apremios ilegales reiterados en concurso real con tormentos" y condenado a 19 años de prisión, tuvo la mayor pena. Uno de los sobrevivientes, un menor que estaba alojado en la comisaría aquella noche, señaló a Pedreira como "el peor, el más salvaje de todos" a la hora de torturarlos.

Los jueces ordenaron que Pedreira, Soria, Hugo D'Elía y Juan Carlos Guzmán sean inhabilitados a perpetuidad para ocupar cargos públicos. A estos últimos dos el tribunal los condenó a 10 y 9 años de prisión, respectivamente, por "apremios ilegales reiterados en concurso real con tormentos".

Los seis policías restantes fueron condenados por...