La dieta cultural de los argentinos, rica en plataformas digitales y cada vez menos tradicional

El consumo de música se mantuvo muy alto en toda la última década, pero ahora el 80 por ciento lo hace por Internet: la gran mayoría escucha en el celular

Música por celular, redes sociales, videojuegos, Netflix y Spotify son los platos fuertes de un menú cultural de los habitantes de la Argentina que incluye, además, diarios digitales, visitas a museos, fiestas religiosas y gastronómicas. Así lo revela el informe preliminar de la Encuesta nacional de consumos culturales 2013/2023 , que se presentó hoy en el noveno piso del CCK, con la presencia del ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer; la directora de Planificación y Seguimiento de Gestión, Julia Houllé, y el coordinador del Sistema de Información Cultural de la Argentina (Sinca), Federico Bonazzi.

La 3ª edición de esta encuesta, por un lado, permite establecer comparaciones con las de 2013 y 2017, y visualizar tendencias de la última década, para comprender los cambios en los hábitos. A los funcionarios los ayuda a diseñar políticas públicas para subsanar desigualdades que dificultan el acceso a la cultura, uno de los pilares de la convivencia democrática. Los privados también pueden aprovechar el informe para idear contenidos y planear estrategias de difusión.

El asesoramiento teórico y conceptual fue realizado por la Escuela de Altos Estudios Sociales (Idaes) de la Universidad Nacional de San Martín; el trabajo de campo, por el Centro de Investigaciones en Estadística Aplicada (Cinea) de la Universidad Nacional de Tres de Febrero; y el procesamiento y análisis de datos fue realizado por el equipo del Sinca y por analistas de la Dirección de Planificación y Seguimiento de Gestión.

Federico Bonazzi, Tristán Bauer y Julia Houllé presentaron la tercera Encuesta nacional de consumos culturales

La música por internet y las plataformas audiovisuales se consagraron como los consumos culturales más importantes ; a la vez, siguen cayendo formatos tradicionales como el diario en papel y las revistas. La lectura de libros en 2022 creció respecto de 2017, pero fue más baja que en 2013. La "plataformización" de los consumos culturales, sin embargo, no disminuyó la "sed de presencialidad" que se hizo evidente tras la pandemia.

"La encuesta permite indagar dónde están las principales brechas de acceso, cuáles son los consumos culturales a los que menos acceden los sectores de nivel socioeconómico bajo [en resumen, aquellos que hay que pagar], como plataformas, teatro y recitales en vivo...

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