El día que vivimos menos iluminados que nunca

El apagón del seleccionado ante Colombia podría haber sido la premonición más literal, porque que Mirtha Legrand no pudiera ir a hacer su programa ya fue la confirmación de la sombría hecatombe.Unas cuantas cosas raras, anticipatorias de venían sucediendo desde semanas atrás: una candidata a vicepresidenta que nomina al titular de la fórmula; otro candidato peronista a vicepresidente, pero de un presidente en ejercicio no peronista; un dirigente cuyo espacio se llama Consenso 2019 y no quiere consensuar con nadie, y hasta dos hermanos que peleaban en las urnas puntanas por el mismo trozo de queso. No caeré, sin embargo, en el chiste trillado sobre Sergio Massa porque ya lo gastaron demasiado en los memes que estallaron en cuanto nos quedamos sin electricidad.A los argentinos cada vez nos cuesta menos asombrarnos a nosotros mismos porque tenemos un don extraordinario para ello. Este domingo conseguimos superarnos otra vez. Nuestra pasión por lo inédito y por lo que nunca pasó mereció una nueva cucarda de récord jamás igualado: ¡ganamos el mundial de la oscuridad!, de norte a sur y de este a oeste.Pero este nuevo precario y, por suerte, efímero apocalipsis vernáculo lo vivimos casi como siempre, tragicómicamente, de tan acostumbrados que estamos a que nuestra vida nacional sea una suerte de Esperando la carroza en continuado, que nos encabrona, nos avergüenza y nos preocupa, pero no tanto como para no reírnos al mismo tiempo de las desventuras compartidas. Algo distinto para temer de ahora en más que se repita, mientras en algún lugar se empieza a gestar una nueva sorpresa que nos deje patitiesos y tentados de risa, todo a la vez. Marca argentina: que los sinsabores, que son muchos, se pasan...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR