La deuda de Tevez

"¿Vio como lo quieren? Como reconociéndole su condición de pueblo." Ahí nacía la leyenda. La Argentina avanzaba por la Copa América de Perú 2004, y después de cruzar el árido desierto de Sechura se había instalado en la norteña ciudad de Piura. Por arriba del paredón sobresalían decenas de cabecitas que querían verlo a él, mientras el plantel albiceleste se entrenaba en el complejo de la Federación incaica. Todas las miradas y los gritos eran para Carlitos Tevez. Su imán renovaba ese encanto popular. La frase pertenece a Marcelo Bielsa y el profesor Luis Bonini fue el primero en escucharla. Era el instante bautismal para un reconocimiento afectivo que se ha mantenido imperturbable pese a que el Apache no respondió a tanto cobijo. Tevez está en deuda con el seleccionado.

Tevez tiene algo de superhéroe que la gente sólo ve en él. Y ese es su mayor capital en la selección, cuando en todos los sondeos arrolla en las preferencias sobre quién debe ser el N°9 del equipo de Martino. Su carisma es la explicación central. Acaso, ¿alguien recuerda al menos un puñado de partidos formidable en la selección? ¿Algún gol inolvidable? Títulos tampoco, pero esa no ha sido sólo culpa suya... Su regreso es merecido en función del futbolista de elite que es. Ahora deberá corregir todo lo que hizo mal para que lo eyecte el grupo en el ciclo anterior, aunque educadamente Sabella lo siga negando. La conducta vanidosa de Tevez, sus desplantes y actitudes poco profesionales lo marcaron puertas adentro. "Jugar en la selección argentina te quita prestigio" y "no extraño a la selección; mirándola desde afuera estoy más contento", fueron dos declaraciones que lo incendiaron. Tevez agitó un operativo clamor con fuertes laderos políticos y mediáticos para ponerse en la nómina que iba a jugar la Copa América de 2011 -lo confesó el principal damnificado, Sergio Batista- y el grupo se enfureció con su actitud y condicionamientos.

Vuelve porque es una estrella en la cancha. Y porque un nuevo ciclo desactivó rencores. Apache tendrá una magnífica ocasión para intentar...

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