La deuda de Scaloni: que su selección argentina sea estable y gane identidad

Lionel Scaloni, en un entrenamiento de la selección, en Ezeiza.

En el reino del ajedrez, el alfil solo se mueve en diagonal y la torre hace recorridos rectos. En el mundo del fútbol el amago y el engaño son dos de las armas más poderosas para desequilibrar al oponente. Antes de que comience a rodar el balón, la salida de Lucas Alario lesionado y el ingreso de Julián Álvarez a la lista de 28 convocados, significó la primera gambeta al reglamento del seleccionado argentino. Desde el uso y ¿abuso? de la letra fría, y aplicando el concepto de que "todo lo que no está prohibido está permitido", el delantero de River "olvidado" de incluir en una nómina que podía llegar hasta 50 jugadores, entró por la ventana en un movimiento tan legal como desesperado. Si el mismo ente organizador -que generó desde su intransigencia que Enzo Pérez se calzara los guantes hace un mes- es el que ahora anuncia que por contagios masivos de COVID se pueden cambiar los 28 jugadores de las listas presentadas para jugar la Copa América, nada más puede sorprender. Si Conmebol tiene sus principios, pero en función del negocio aplica otros, todos sus miembros saben que pueden navegar en el reino del "vale todo".

En el plano futbolístico, el gol de Miguel Borja, que le dio a Colombia el empate en el instante póstumo del partido, le dejó a la Argentina una sensación infrecuente a lo largo del ciclo de Lionel Scaloni. Por primera vez en mucho tiempo el equipo sintió, y con razones justificadas, que tuvo más juego del que le devolvió el resultado. Durante una hora, el equipo sometió a su rival con personalidad protagónica y aún cuando luego compartió la tenencia, su falta de puntería y la soberbia actuación de David Ospina le quitaron una victoria que mereció con nitidez.

Lionel Messi, el eje sobre el que gira la selección.

Al momento de delinear la lista final, las lecturas de las elecciones del entrenador parecen enlazarse mucho más con lo ocurrido en los últimos dos partidos que con la actualidad de la temporada que finalizó hace un mes. En consecuencia, dejan algunas preguntas sin responder. Nada puede decirse de las razones futbolísticas, son subjetivas e individuales. El técnico ejerce su rol entre otras cosas para tomar decisiones. No es la "Selección de todos", es el equipo de Scaloni. Partiendo de esa base, son sus juicios de valor los que inclinan la balanza y si algo parece claro es su autoridad ejerciendo el liderazgo. Las dudas se vinculan con las formas y con los...

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