Una deuda monumental

Silvia Pisani Un Obama mucho más fortalecido expondrá el problema en su discurso ante el Capitolio y pedirá a los republicanos asumir su responsabilidadWASHINGTON.- Nunca se sabe por cuánto tiempo y, en los días que corren, eso no es una excepción. Pero lo cierto es que bajo la sombra trágica del tiroteo de Arizona, el tono político en Washington ha cambiado.La retórica política no es tan incendiaria en el Capitolio (los republicanos hablan ahora de guiarse por la "decencia", como si antes no fuera ése su norte) y el presidente Barack Obama ha repuntado en las encuestas, algo que es poco menos que novedoso para una presidencia que, en dos años, sólo conoció el rumbo a la baja en popularidad.Nuevos vientos soplan para abrir la maloliente caja que toca procesar en estos días y de la que la potencia no quiere hablar mucho. Pero lo cierto es que la deuda de los Estados Unidos subió a su nivel más alto en la historia y la situación se hace políticamente insostenible. Para las estadísticas: hoy, el endeudamiento norteamericano supera los 14 billones de dólares, lo que, en términos de población, significa más o menos un pasivo de 45.300 dólares por cabeza.Semejante carga demanda energías en la política interna y en la internacional. El efecto más obvio es un probable recorte en los planes de ayuda a países del exterior.Lo novedoso e incómodo para una superpotencia es la inédita relación de fuerzas con que ese fenomenal pasivo le obliga a enfrentar el mundo. Todo un cambio de roles para un país acostumbrado a explotar en su favor la dependencia financiera de otros y que ahora pasa por esa situación frente a terceros.El caso más palmario es China, hoy por hoy el mayor tenedor de deuda norteamericana. Más allá de pirotecnias, la diplomacia que esta semana ejerció la Casa Blanca ante la visita de Estado del presidente Hu Jintao, se entiende, también, ante la mirada de esa especial relación de dependencia.Pero es en lo local donde la fenomenal deuda empieza a arder. Esta semana, un Obama mucho más firme y fortalecido expondrá el problema en su discurso ante el Capitolio y hará un llamado a que los republicanos asuman su responsabilidad en la materia.Es posible que no puedan hacerse los distraídos. La deuda no es cosa de uno y lo cierto es que las cifras de este extraordinario pasivo no permiten eximir de culpa a nadie.La deuda nacional es la acumulación de años de gastos gubernamentales desde los días de George Washington. Usualmente, crece en tiempos de guerra y...

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