La deuda con el BCRA, una factura impagable

La presidenta del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Mercedes Marcó del Pont, es ya conocida por sus extravagantes teorías. Ha sostenido, por ejemplo, que la emisión monetaria y la inflación no están relacionadas y hasta ha inventado un nuevo léxico para describir una supuesta nueva era del mundo denominada "financiarización". Si bien debe suponer que esas teorías la han hecho merecedora de la conducción del Banco Central careciendo de idoneidad y experiencia, los motivos por los cuales el Gobierno la ha designado son mucho más terrenales que sus estrafalarias ideas.Desde 2006, el Banco Central ha comenzado a funcionar como una caja auxiliar del Tesoro. El primer paso fue dado ese año cuando, al cancelar la deuda con el FMI, el Gobierno utilizó las reservas del BCRA, pagándole a cambio a éste con deuda a diez años a una tasa de interés cercana a cero. Así, en un solo año, la tenencia de acreencias contra el Tesoro por parte del BCRA pasó desde 2870 millones de dólares a 11.660 millones entre 2005 y 2006. De esta forma, la suma de los títulos del Gobierno y los adelantos transitorios otorgados al Tesoro pasaron a representar un 32% del activo del Banco Central, comparado con una participación del 14% en 2005. Las reservas internacionales del Banco Central eran todavía el principal rubro de su activo, representando el 58% de éste.Estas cifras se mantuvieron estables en esos niveles hasta diciembre de 2009. La decisión de despedir al entonces presidente del Banco Central y reemplazarlo por la actual titular determinó que, a partir de 2010, comenzara una verdadera hecatombe para el ente monetario. Así, aumentaron fuertemente los títulos del Gobierno en el activo del Banco Central entregados por el Tesoro a cambio de reservas contantes y sonantes; se aceleró el otorgamiento de adelantos transitorios para financiar el déficit del Estado nacional y se deterioró el patrimonio de la entidad en relación con el tamaño de su activo. Esto ocurrió puesto que el Banco comenzó a distribuir todas sus ganancias al Tesoro, sin reinvertir en el propio patrimonio, con el agravante de que la...

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