Deuda del Banco Central: una montaña silenciosa que sigue creciendo y que es difícil de desarmar

Lejos de las promesas electorales, en la gestión de Fernández el stock de pasivos del BCRA llegó a niveles nominales récord y se duplicó en términos del PBI

Es una montaña silenciosa que crece y replica episodios recientes de la economía argentina. Con más de $8,4 billones, los pasivos del Banco Central (BCRA) se duplicaron en términos del PBI durante la gestión de Alberto Fernández y se acercan a valores críticos. Y, mientras el nivel de actividad se estanca y la inflación no da señales de frenar, los números de la autoridad monetaria encienden luces amarillas.

Se trata de una herramienta de la política monetaria que utilizan los bancos centrales para controlar la cantidad de dinero en la economía. En el caso argentino, los pasivos remunerados se componen por instrumentos como los pases, las Leliq (Letras de liquidez) o las Notaliq (Notas de liquidez), y son herramientas financieras con las que el Banco Central ‘aspira’ pesos de la economía, con el objetivo de limitar el dinero que circula y evitar así una mayor presión sobre una inflación que aun así se acelera y este año se encamina a bordear los tres dígitos, la cifra más alta desde 1991.

Es, en definitiva, deuda que el BCRA contrae con otros agentes (en este caso, entidades financieras) y que tiene como contraparte una carga correspondiente al pago de intereses . Es lo que, en la jerga de los economistas, se denomina el ‘déficit cuasifiscal’ y genera otra fuente de emisión de pesos.

Los últimos datos oficiales, al cierre de esta nota, marcan que los pasivos remunerados del BCRA superan los $8,4 billones, con $1,3 billones en pases (al 70% anual) y $7 billones en Leliq, cuya tasa semanas atrás se incrementó al 75% (o 107,35% efectivo anual), en el noveno ajuste al alza en el año. La cifra marca, a su vez, que ese stock creció un 77% en términos nominales (casi $3,7 billones) desde el inicio de 2022, una variación superior a la inflación registrada en ese período.

"Eso acorrala a la gente en pesos y contienen la demanda de divisas", explica María Castiglioni, socia de C&T Asesores Económicos

"Los pasivos remunerados son un resultado del esfuerzo fiscal que tiene que hacer el Banco Central para absorber toda la emisión, en su mayor parte exógena, que se genera para financiar al fisco por distintas vías. Y para que la inflación no sea todavía más alta, sale a retirar pesos", explica Gabriel Caamaño, director de Consultora Ledesma, quien, de todas maneras, advierte que ese desequilibrio monetario se vincula con otros factores macroeconómicos: "Cuando uno mira esa parte del balance del BCRA ve un problema, pero nunca hay que olvidarse de que es resultado de una inconsistencia y que eso es la dominancia...

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