Deterioro en la relación bilateral entre China y EE.UU.

Desde fines de la década de los 70, la relación entre China y los Estados Unidos pudo superar cuatro crisis sustanciales provocadas por distintos incidentes políticos o de seguridad. Me refiero a la tragedia de Tiananmen, en 1989; a la visita a los Estados Unidos de Lee Tenghui, en 1995; al ataque con explosivos contra la embajada de China en Belgrado, en 1999; y al incidente aéreo cerca de la isla de Hainan, en 2001. En cada uno de esos casos ambos países pudieron volver a la normalidad relacional, en un corto período de tiempo.

En 2003, las autoridades de China y de los Estados Unidos definían a su relación bilateral como "en el mejor estado de toda la historia". Cuando en el 2008, el presidente norteamericano George W. Bush y su familia participaron en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Beijing, la relación entre ambos países era ostensiblemente estable y amistosa.

Pero las cosas suelen cambiar a lo largo de la historia y la relación comenzó a deteriorarse en el año 2009, pasando de la cooperación a la rivalidad. La creciente interdependencia comercial dejó de actuar como estabilizadora y empezó a generar focos específicos de fricción entre ambas naciones. En materia política se inició -en paralelo- el ciclo de desconfianza que aún persiste.

A partir del 2009 pueden -en cambio- distinguirse -como veremos- tres etapas de deterioro. Desde entonces China se autodefinió como inmersa en "la construcción de un nuevo modelo de relación entre las potencias del mundo", principio que la administración del presidente Barack Obama pareció aceptar. No obstante, algunos incidentes en materia de seguridad ocurridos en la península de Corea proyectaron una imagen de agresividad en las actividades militares de China en su región inmediata, provocando desconfianza en la administración norteamericana que aumentó sus ventas de pertrechos militares a Taiwán.

Desde el 2009 al 2012, las relaciones económicas entre ambos países se expandieron muy significativamente. Los Estados Unidos comenzaron a preocuparse por las maniobras chinas en materia de innovación y por los llamados ataques cibernéticos. La falta de respeto a los derechos humanos de su pueblo por parte del gobierno chino se transformó -además- en un capítulo delicado de la relación entre los dos países.

Desde el 2013, los Estados Unidos hicieron evidente su preocupación por lo que entonces definieron como el "desafío" chino al orden e instituciones internacionales edificando tras la...

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