El desvelo de Macri es la calle, no los camiones

Dicen funcionarios porteños que en las primeras reuniones, sin conocerla en persona, los sorprendió su amabilidad. Que, en los modos, no parecía . Y que el viernes de la semana pasada, cuando la vieron por segunda vez hablar con el supervisor de la obra, la notaron encantada. Luego de acordar con el gobierno de la ciudad que las reformas en Plaza de Mayo no vulneraran el espacio que desde diciembre de 1977 las agrupa a ella y a sus pares, la líder de las Madres se llevó finalmente cuatro bloques de cemento que le habían preparado: cada uno incluía varias baldosas con uno de los pañuelos que, a principios de los 80, ellas mismas pintaron en el suelo. La administración de les puso un marco y un vidrio, y hará lo mismo con los restantes 18 (son 22), que enviará a las otras organizaciones (Abuelas, Madres Línea Fundadora) y a entidades como el Museo de la Memoria.

Fueron largas conversaciones. Las encabezó institucionalmente Eduardo Macchiavelli, ministro de Medio Ambiente y Espacio Público porteño, que ayer se reunió con para pactar la entrega de más baldosas. Pero son en realidad varios protagonistas los que han contribuido a la relación. Victoria Hassan, la jefa del gabinete porteño, por ejemplo. O Gabriela Alegre, militante de los derechos humanos y ex jefa del bloque del Frente para la Victoria en la Legislatura. El gobierno aceptó además cambiar el cronograma: trabajará sin interrupciones de viernes a miércoles y hará una pausa el jueves, para que las Madres sigan dando la vuelta a la Pirámide, uno de los tres íconos que quedarán en pie, con el mástil y el monumento a Belgrano. Una vez terminado el suelo, se volverán a pintar los pañuelos.

Visto de afuera, el vínculo no deja de sorprender. ¿Podría Hebe de Bonafini tratar en esos términos con el gobierno de ? Es probable que la perplejidad haya alcanzado también a los propios, porque la líder de las Madres decidió explicarlo mejor el martes en un video. "En vista de que están pidiendo muchas explicaciones, que no entienden muy bien qué pasa en Plaza de Mayo", empezó, y se adentró en el tema. Dijo que a ella también le preocupaba que se estuviera queriendo cambiar todo, incluido el pasado, y que por eso había tenido que ir a la plaza a salvar los pañuelos. "Ya no es más la plaza de Perón ni la plaza de las Madres: es otra plaza. Porque ellos así van borrando la historia. Nosotros no tenemos que dejar que la borren: ni que la borren ni que nos pidan reconciliación ni perdón". Anteayer, de...

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