Los destellos de Riquelme no bastan para que Boca mejore

La ausencia de Juan Román Riquelme frente a Colón, el domingo pasado, generó cierto resquemor, porque, en su afán de cuidar su físico, Bianchi decidió preservarlo en un partido trascendental para las ya escasas chances de Boca de acercarse a los primeros puestos.Las razones de la controversia por la ausencia de Román son conocidas: con Riquelme, Boca sumó más puntos que sin contar con el ídolo mayor del club. Bianchi se aferró a lo que tenía planificado, con la intención de contar con el volante hasta el final del torneo sin problemas físicos de por medio. En este sentido, y sin otra competencia en el camino, Boca jugará un partido por semana en las próximas cinco fechas, por lo que podría contar con Riquelme en la recta final del campeonato.Pero, como se vio anoche, a esta versión desteñida de Boca ya no le alcanza con la sola presencia del "10". Si bien está lúcido, no se pudo hacer dueño del equipo; da indicaciones y dirige dentro de la cancha. Pero anoche se lo vio fastidioso, molesto, descontento con la producción general; en el final del primer tiempo, camino al vestuario, se lo vio hablar en forma airada con Bianchi. En su planilla apenas se destacaron un par de asistencias, pero que se diluyeron en la definición, y varios pases fallidos. Muy poco, dentro de la urgencia de resultados que tiene Boca.¿Qué sucederá al final del torneo? Hasta el clásico con River, la intención de los principales dirigentes era no renovar el contrato de Riquelme. Pero, a partir de lo hecho en ese encuentro, y con algunas actuaciones aceptables –más que suficientes dentro del bajo nivel individual y colectivo del equipo–, Román empezó a torcer la voluntad de los directivos. Hace poco más de dos semanas, el presidente Daniel Angelici afirmaba: "Riquelme va a cumplir 36 años y el tiempo nos pasa a todos. Voy a hablar con él, ver cómo está, y vamos a tomar la mejor decisión para el club. Tenemos un oído escuchando a los socios, pero no se puede tomar siempre decisiones por el clamor...