Después de las excusas

-¿Por qué tardaste casi un año en darme esta nota?-Podría darte mil excusas, como que tuve a mi segundo hijo, que no duermo mucho, que estuve con mucho trabajo, que me fui de vacaciones, que prefería una siesta o que no tenia nada muy interesante para contarte? Y serían todas ciertas. Pero la verdad es que me daba mucha fiaca.-¿Y ahora por qué accediste?-Quizá porque ya me daba curiosidad conocerte.-¿Y llené tus expectativas?-Raro..., todavía no me preguntaste nada, pero siento que esto ya lo hemos hecho.-No, yo lo recordaría, me acuerdo de todos mis entrevistados. ¡Quizás en otra vida!-Puede ser. Yo nunca recuerdo nada. ¡Sólo hablaba de una sensación!-¿Creés en otras vidas?-No estoy segura, no me gusta limitarme a creer en una sola cosa. Me gusta que lo que es un misterio siga siendo misterio. Me gusta estar abierta a todo, ¡es un estado que disfruto!-¿Y qué más disfrutás?-Disfruto de estar en mi casa, de trabajar de lo que quiero. Disfruto pintar con mi hija, mirarme con  mi bebe. Disfruto de las charlas que tenemos con mi marido mientras tomamos un vino, de mi clase de gym y del cafecito después de la clase. Disfruto de las caricias en la nuca, de escuchar música en mi auto, de las mañanas de primavera. Comiendo un chocolate?-¡Ah, bue! ¡Una chica que disfruta bastante! ¿Con o sin culpa?-Cero culpa, ¡siempre agradecida!-¿Qué buscás en la vida? ¿Sólo cosas que te den placer?-Para nada, vivo el día a día tratando de encontrar un equilibrio. Busco ser lo más honesta y transparente posible conmigo misma, ¡y eso ya es...