Una despedida a sangre, lágrimas y fuego

Esta temporada de Game of Thrones , la cuarta, que termina esta noche, a las 22, no sólo consiguió sostener su popularidad con el público sino que logró aumentarla, transformándose en la serie más vista de la historia de HBO, superando incluso a Los Soprano , aquella ficción que, como ésta, no evitaba la polémica. Todo lo contrario. Este año, además de promediar unos 18 millones de espectadores por episodio, la serie basada en las novelas de George R.R. Martin también quedó en el centro de una controversia cuando su afición por la violencia y las escenas de sexo se cruzaron en una escena del episodio tres ("Breaker of Chains") que tensó los límites de tolerancia de los medios norteamericanos. Allí, Jamie Lannister, "expresaba" su amor por su hermana Cersei y la pena por la muerte de su hijo Joffrey abusando sexualmente de ella. Al menos eso fue lo que entendieron los espectadores y críticos sobre la violenta escena, que provocó la indignación de muchos, especialmente cuando el director del capítulo explicó que en realidad se trataba de una relación consensuada.A partir de allí, las redes sociales transformaron la polémica en el tema del día y The New York Times estiró su expectativa de vida al publicar un extenso artículo en el que el crítico David Itzkoff se pregunta si en Game of Thrones "la violación ocurre tan habitualmente que ya es casi como sonido ambiente: un evento rutinario sin efectos shockeantes". Una duda que la misma motivación para escribir el artículo desmentía. Lo cierto es que la violencia sexual no es un tema ajeno a las ficciones televisivas. De hecho, la última semana, el comediante más premiado y admirado de la actualidad, Louis C.K., sumó un nuevo capítulo al tema al escribir, dirigir y protagonizar un episodio de su serie, Louie , en el que la violencia de género tiene un lugar preponderante. Y, como en el caso de Game of Thrones , el acto en cuestión fue interpretado por un personaje central en la trama.De hecho, en el caso de la historia de fantasía, lo que parece haber molestado más a sus detractores no es necesariamente la violación en sí, sino el hecho de que el agresor fuera un personaje que la trama de la serie empezó a redimir en la mitad de la temporada anterior, una suerte de héroe -incestuoso, magnicida e infanticida, pero héroe al fin- en el retorcido mundo creado por Martin. Aparentemente, que el ¿ex? villano volviera a sus antiguos modos ofendió la sensibilidad de algunos espectadores. Esos que, según The New...