Desmayos programados

Extraño recurso. En la primera mitad del siglo pasado, Wanda Landowska fue la única clavecinista que gozaba de notoriedad mundial. En tiempos en los que casi toda la música que había sido escrita para clave era interpretada en piano, la gran artista polaca insistía con un instrumento de sonoridad escasa, de variantes de toques apenas perceptibles y de cambios de intensidades casi mínimos. Pero no sólo era una eximia clavecinista, sino que además era una personalidad destacadísima, respetada en todas las geografías. En el libro Landowska on Music, sus autores, Denise Restout y Robert Hawkins, no sólo estudian en profundidad su carrera, sus visiones musicales y la relevancia de su actividad, sino que también traen a colación algunas historias relatadas por Landowska sobre aspectos muy propios de los conciertos de otros tiempos y que hoy no hacen sino despertar alguna sonrisa. Contaba Wanda Landowska: "Cierto pianista contrataba mujeres por veinte francos por concierto para que simularan un desmayo emocional en medio de su interpretación... Una vez, en París, la...