Deshojando la margarita de la mano de WhatsApp

Quizás hizo falta una inversión de casi 22.000 millones de dólares para terminar con una de las situaciones más confusas, enojosas, perturbadoras y preocupantes de la modernidad. No es casualidad que, exactamente un mes después de que Facebook completara la adquisición de WhatsApp, llegara (¡por fin!) la confirmación de lectura al popular mensajero. Dato que despierta no pocas sospechas: ¡el mensajero nativo de ya tenía confirmación de lectura! No puede ser coincidencia.

En otras palabras, ya no más pasar la noche en vela esperando que ella o él se dignen a responder un . Ahora sabremos a ciencia cierta que nuestros mensajes no sólo no valen ni un parco "OK", sino que, de hecho, no son leídos en absoluto.

Para aquellos que tuvieron una semana agitada, he aquí la noticia tecno del año, si no acaso de la década: las dos tildes –que indicaban que el mensaje había salido con bien de nuestro teléfono y había arribado con salud al smartphone del destinatario– pasarán a color azul cuando la otra persona lo lea. El entusiasmo inicial dio paso, unas pocas horas después, a una zozobra cada vez más honda. Porque, fantástico, leyeron el mensaje, ¿pero cómo lo tomaron?

Idea: si ya hay software capaz de reconocer nuestras expresiones y el smartphone tiene una cámara frontal, ¿por qué no damos ese paso que nos falta y creamos todo un bonito arco iris para codificar las reacciones ante nuestro mensaje? Rojo: ira. Verde: tedio. Violeta: hastío. Y así. Es más, estos colorcitos podrían personalizarse, tanto para que coincidan con nuestras preferencias en el cuarto oscuro o nuestros afectos futbolísticos cuanto para no herir susceptibilidades ideológicas, ahora que anda todo el mundo tan paspado. ¿Por qué no?

Ah, cierto, porque sería una flagrante violación de la privacidad del destinatario. ¿Y la doble tilde azul no?

Estalló la primavera

Era de preverse, ocurre siempre que intenta resolverse un problema de las personas con una característica de software. Porque, vamos, eso de estar pendiente de si te leyeron el WA, mirando la pantalla hasta bizquear, con la concentración de un neurocirujano, a la espera de que un relojito se convierta en tilde, que esa tilde se transforme en dos tildes y que, por último, ambas viren del gris rutina al azul esperanza, bueno, no sé, por ahí me equivoco, pero no me parece muy sanito. En todo caso, ahora que se puso azul, ¿responderá?

Se agradece el intento por reducir la tasa promedio de corazones rotos, pero el que de suyo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR