Desconcierto, oficinas desiertas y cautela en una jornada de turbulencias

El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa, luego del acto en Palmira, Mendoza.

La Casa Rosada lució prácticamente desierta este primer miércoles de otoño, cuando la tensión y atención se concentraron en el Ministerio de Economía. El presidente Alberto Fernández y sus principales colaboradores viajaron a Mendoza. A lo largo de las horas se demoraba la aparición del decreto con la medida dispuesta por Sergio Massa para pesificar recursos del Anses y otros organismos públicos se demoraba. Por eso, en la Casa Rosada apuntaban a sus "vecinos" de Hacienda, ubicada a pocos metros, cuando enfrentaban consultas sobre los detalles técnicos de la medida. "De todo se va a encargar la parte de legales de Hacienda; acá se revisará y se publicará, nomás" , se excusaban en el Gobierno sobre la decisión, que busca efectivizar un canje forzoso de bonos para frenar la suba de dólares financieros. La respuesta no era inocente, ya que muchos pronostican que se judicialice la medida.

En medio del tembladeral, la acción también se trasladó desde la cartera de Economía a Mendoza, donde Alberto Fernández y Sergio Massa se mostraron juntos y compartieron un acto. La imagen buscó alejar rumores de tensiones internas y serenar los ánimos caldeados en el marco de una escalada que incluso tuvo a la titular de Aysa y esposa de Massa, Malena Galmarini, como una vocera . Fiel a su estilo sin eufemismos, Galmarini sostuvo que: "las operaciones políticas no gustan, como tampoco los off the record , que vienen de la Casa Rosada". Que el malestar quedara en evidencia alcanzó para que este miércoles varias voces de la Casa Rosaran optaran por evitar referirse al tema.

Cerca de Alberto Fernández buscaron ayer bajar los decibeles a la polémica y agregaban que la relación con Massa era "buena" y que "todos los pasos dados por la cartera económica fueron avalados y conversados" previamente con el mandatario.

El objetivo era cerrar filas ante un escenario turbulento, mientras distintas fuentes consultadas por LA NACION coincidieron en admitir que en los cimbronazos del mercado influyeron en la convivencia interna del oficialismo, con pases de factura e indefiniciones respecto del panorama electoral. "Todo influye", resumió un colaborados presidencial.

"Lo que está pasando, en gran parte, se debe a los problemas del Frente de Todos; acá no hay ninguna estrategia", se lamentó otro funcionario de la Casa Rosada. Varios coincidieron en criticar a los...

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