El descenso está por sobre todo

Muchos barras de equipos grandes, sobre todo los de Boca, montaron un suculento negocio con la reventa de entradas a los turistas. Lo tienen tan afinado que hasta se valen de traductores para los casos en los que se dificulta el entendimiento. Más que lo que ocurre dentro de la cancha, donde rara vez pasa algo futbolísticamente interesante, lo que les venden a los extranjeros es el espectáculo abigarrado de las tribunas, donde se puede llegar al paroxismo, como ocurrió en la Bombonera el domingo cuando una multitud decidió adueñarse del superclásico durante casi 10 minutos.La puesta en escena ha ido superando al juego en la Argentina. En los últimos años, lo que tomó mucho cuerpo es el drama del descenso. Casi que es otro subgénero futbolístico, el de la angustia instalada, que los barras podrían rentabilizar con los visitantes foráneos. Todo lo que rodea a la lucha por mantenerse en primera tiene una carga de tensión, expectativa y especulaciones que sobrepasa al clima que acompaña a la lucha por el título, que muchas veces es vista a la distancia y de manera más aséptica.Mucho influye en todo esto que casi todos los equipos grandes, uno a uno, fueron cayendo en zonas pantanosas. El nombre de algunos clubes asociado a promedios bajos incrementa el morbo. Hace tres décadas le ocurrió a San Lorenzo, el primero, lo cual fue tomado como un caso aislado, excepcional. No lo fue. Al...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR