El desafío de recrear lazos de confianza en sociedades fragmentadas

Consensos en sociedades fragmentadas

El mundo observó conmocionado los acontecimientos en Brasilia el fin de semana pasado . Y no es sencillo por estos días sacudir a la opinión pública: vivimos en una era de hechos extraordinarios y recurrentes. "Cisnes negros eran los de antes", cavilaba hace poco un juicioso colega. "Nos enfrentamos a situaciones límite casi a diario", agregaba. Esto no es lo peor: si bien las amenazas externas siguen siendo motivo de profunda preocupación (sobre todo luego de la invasión de Rusia a Ucrania), en numerosos casos los principales conflictos son de naturaleza doméstica. Hace tiempo que las divisiones internas dominan la agenda en la mayoría de los países, donde se verifican confrontaciones de distinta índole que tienden a convertirse en guerras culturales e ideológicas extremas, potenciadas por liderazgos que son expresión de esas discrepancias preexistentes y a la vez las catalizan.

¿Pueden convivir de manera civilizada en un mismo espacio geográfico grupos sociodemográficamente muy significativos que registran semejante nivel de antagonismo? En la práctica las que participan políticamente, "militan" en las redes sociales o se movilizan en las calles son minorías que a menudo se autoadjudican la representación del "pueblo", se sienten empoderadas y consideran que llevan a cabo una misión patriótica: pretenden así imponer preferencias o temas en la agenda pública, por lo general impugnando o ignorando las reglas del juego formales (las instituciones). Es un error desconocer in toto la legitimidad de este tipo de reclamos. ¿Hasta dónde llega el derecho a la protesta? ¿Es lícito usar la violencia cuando se están violando derechos fundamentales? ¿Dónde se encuentra el límite -y quién lo fija- entre una demanda que constituye una expresión auténtica de un problema desatendido y debe ser escuchada con respeto y tolerancia y entre, por el contrario, actitudes que deben ser ignoradas, disuadidas o incluso reprimidas?

Más: ¿cómo se mantienen o se regeneran lazos de convivencia luego de experimentar períodos de agudas luchas intestinas? ¿Cuándo están dispuestos los protagonistas de una confrontación determinada a interrumpir la dinámica inercial y retomar niveles de interacción genuinos y compatibles con los mecanismos de la democracia moderna? ¿De qué manera práctica y probada puede reconstruirse la confianza entre actores que se detestan y mantienen diferencias irreconciliables, pero están obligados a convivir por...

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