El delta del Paraná se está volviendo ingobernable

El delta del Paraná se está convirtiendo en un laberinto infranqueable que crea una suerte de tapón fluvial, inundando a las islas y costas desprotegidas a causa de los "endicamientos", albardones y canales artificiales. en un total de 1,7 millones de hectáreas. Preocupa la falta de regulaciones, controles y de un plan integral del manejo del agua. Así, las islas pierden esa suerte de efecto "esponja", de su capacidad regulatoria, a costa de esos verdaderos murallones levantados para emprendimientos inmobiliarios o agrarios: antes hubiese sido impensado sembrar soja en medio de un humedal.Se estima que la soja ya cubre casi unas 50.000 hectáreas de esas tierras, con un 25 por ciento de canales artificiales. Las aguas corren río abajo y las crecientes suben. Que el agua corra por la pendiente es natural, pero que el flujo se vuelva indomable pasa por otro lugar. De Santa Fe a Rosario, de allí al delta entrerriano. Más abajo a otras islas de la cuenca del Paraná y por toda la ribera costera de Zárate, Escobar, Tigre y hasta la misma Capital.Las inundaciones de esa cuenca del Plata suelen llegar en otoño, después que el fluido arranque con furia, a más de 20 metros de la cota media de Misiones, lo que suele suceder unos tres meses atrás. Y eso es lo que es un delta, un humedal de pastos, de agua que se "baña y escurre" cuando tiene que pasar. Pero, esos desarrollos y los polders para hacer agricultura ya cubrirían un 30 por ciento del delta entrerriano.El doctor Rubén Quintana, presidente de la Fundación Humedales, explica que "este sistema está formado por un mosaico de humedales fluvial-costeros, de diversidad biológica y ambiental cuyos procesos biogeoquímicos depende de los procesos o pulsos de inundación-sequía".Quintana resume los servicios ecológicos del humedal: "Tiene la capacidad de regular los excedentes hídricos amortiguando inundaciones de grandes ciudades e industrias a la vera del Paraná ante la fuerza de semejante volumen de agua. Es que cerca del 96 por ciento de la superficie del Delta tiene una cobertura vegetal herbácea, alta, densa y continua (juncales, pajonales, pastizales y praderas de hierbas hidrófilas), con tallos y hojas flexibles que minimizan la presión del agua sobre las plantas y reducen el flujo dentro del humedal. Así se retarda la descarga de agua dulce al mar y disminuye su impacto sobre las costas"."El Delta -agrega Quintana- se encuentra en una posición más baja que las regiones circundantes y las sudestadas del Río de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR