Un delicado equilibrio para mantener caja y no afectar más la actividad

La oficialización de una nueva postergación forzosa de los pagos de la deuda en dólares emitida localmente a corto plazo en letras del Tesoro (Lete) y la oferta, en paralelo, de un bono en pesos para refinanciar los títulos que vencen en esa misma moneda reflejan dos mensajes:1) El Gobierno buscará preservar los escasos dólares que tiene en caja para asegurar el pago de los vencimientos de capital e intereses del resto de los títulos de deuda en dólares (hasta abril próximo vencen US$2100 millones en bonos con ley extranjera, otros US$1000 millones en bonos emitidos bajo ley local más US$374 millones del FMI), mientras buscará avanzar en una renegociación general de esos pasivos.De este modo, busca concretar lo que el ministro Martín Guzmán propuso en sus presentaciones antes de ser designado (las que le valieron precisamente ese nombramiento): mostrar que se buscará encarar esa renegociación manteniendo al día los pagos para entregar al mercado una muestra cabal de "buena fe" con la que se encara el proceso.2) Evitará recaer en reperfilamientos forzados de en pesos para no afectar más la caja de empresas y compañías, que en agosto pasado sufrieron un muy duro golpe cuando la administración Macri les cortó la única fuente segura de ingresos que muchas de ellas habían logrado por esa vía, tomando en cuenta que el resto de las cobranzas se habían hecho cada vez más complicadas dada la magnitud que habían alcanzado la recesión y la caída del consumo.En este caso, la apuesta apunta a evitar el riesgo de ahondar la caída de actividad tomando en cuenta que la primera...

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