Déficit cero, más aporte privado que ajuste del Estado

Si, como se espera, el Senado sanciona el presupuesto para 2019, el Gobierno empezará a cumplir con la condición impuesta por el Fondo Monetario Internacional para desembolsar el préstamo de urgencia y apagar el incendio financiero que desató la crisis cambiaria: reducir 2,6 puntos el déficit fiscal primario para lograr el equilibrio fiscal.La inédita reducción de casi 370.00 millones de pesos que debe hacerse se traducirá en los hechos más en un aporte del sector privado (tanto de productores como de consumidores) que en un gran achique del Estado. Habrá una disminución del gasto con muchos asteriscos y un aumento en los ingresos sin ningún atenuante.A la pregunta de quién se hace cargo del ajuste de verdad le cabe una respuesta sencilla y rápida: el sector exportador, principalmente la cadena agroindustrial, encabezará por lejos el ranking de los recursos extras que se sumarán al erario, con el pago de los derechos de exportación.Un significativo aporte harán también todos los consumidores de servicios públicos, cuyas tarifas continuarán la curva ascendente para poder mantener la rebaja de los subsidios, fuente central de la erosión de las cuentas públicas en la última década. Y, finalmente, dejarán su cuotaparte los contribuyentes que tengan más de un inmueble, debido al aumento del impuesto a los bienes personales.Esos aporten se ven claramente en las planillas del proyecto que tratará hoy la Cámara alta. Los ingresos de 2019 representan un 20,2 por ciento del PBI, 1,2 puntos más que en 2018, cuando alcanzaron el 19%. Las planillas indican también que los gastos primarios bajarán 1,5 puntos del PBI, pero, como se dijo, en muchos casos el recorte se traducirá en erogaciones que deberán afrontar los contribuyentes y los consumidores.Esa suma de ingresos y la consecuente resta de gastos permiten alcanzar casi exactamente, al menos en los papeles, el equilibrio fiscal. Y, como advierte el investigador de desarrollo económico del Cippec Ricardo Carciofi, hasta se podría llegar a un superávit si el clima y los precios internacionales no conspiraran contra la principal fuente de ingresos: la exportación de granos. Y si el año electoral no altera en la realidad lo que está en los papeles.En el rubro recortes lo que más sufrirá serán los gastos de capital, lo que se traduce principalmente en la ejecución de las obras públicas nacionales. Se da por hecho en el Gobierno que los proyectos que no tenían previsto inaugurarse en 2019, ya aletargados...

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