La defensa, una zona que Boca logró consolidar

Hay determinados detalles que pueden explicar por qué un equipo logra encaminarse a un título. El volumen de juego, la calidad de los intérpretes y la contundencia a la hora de definir los partidos son algunos de los aspectos que edifican campeones. En el caso de este Boca que está a un paso de coronarse, ninguna de estas asignaturas lo incomodaba tanto. En realidad, lo que más lo atormentaba era conseguir ser sólido en la defensa. Sufrió demasiado allí. Ni la experiencia de Agustín Orion o de Daniel Díaz parecieron suficientes en la etapa de Carlos Bianchi. Tampoco lo fue en la primera parte del ciclo de Arruabarrena. Desde el retorno de Cata a Boca, en 2013, lo acompañaron nueve marcadores centrales: Matías Caruzzo, Guillermo Burdisso, Ribair Rodríguez, Lisandro Magallán, Mariano Echeverría, Juan Forlín, Alexis Rolín, Marco Torsiglieri y Fernando Tobio. Recién en la segunda parte de 2015 logró levantar su muralla defensiva y los números revalidan esa afirmación: le marcaron apenas cinco goles en los últimos diez partidos que disputó (8 por el torneo local y 2 por Copa Argentina).

En el comienzo de la competencia, Gino Peruzzi desembarcó para tratar de solucionar el problema del lateral derecho. Le costó acomodarse, pero terminó por cumplir con la tarea. Lo mismo sucedió con Luciano Monzón, aunque su desempeño resultó bastante más irregular por el lateral izquierdo y alternó con Colazo. Guillermo Burdisso comenzó la aventura, pero a mitad de año se fue a México (León). Torsiglieri, que llegó en el comienzo de la temporada, terminó por quedarse con el lugar de Burdisso; tuvo buenos juegos en la primera parte de 2015, pero el defensor también emigró en junio a México (Morelia). Rolín fue otra de las contrataciones, pero el uruguayo, entre lesiones, no tuvo continuidad. En la segunda mitad del año llegó Tobio desde Brasil y después de algunos partidos terminó por quedarse como la pareja...