David Nalbandian: 'El tenis es aún parte de mi vida'

Todavía carga el raquetero y se entrena, pero sabe que ya cada vez falta menos. David Nalbandian palpita sus últimos días como tenista; alejado ya del circuito, su despedida tendrá un marco acorde, con sendos partidos contra Rafael Nadal, el número 1 del mundo, mañana en el Orfeo Superdomo de Córdoba, y el sábado próximo, en La Rural. En ese predio de Palermo realiza sus últimos ensayos, o lo que le permite ese hombro derecho maltrecho. No habrá más Rey David en las canchas, y el unquillense se encarga de apagar rápido cualquier atisbo de contar con él en la primera rueda de la Copa Davis del año próximo, contra Italia, en Mar del Plata. Ya sabe que su adiós, inconsciente o no, fue en aquel triunfo en dobles contra Francia, en abril pasado."Todavía no tengo la sensación de vacío, o de post-tenis, porque me estuve entrenando todos los días; desde luego, con otro ritmo, pero sigo. El tenis es aún parte de mi vida, y me ocupa muchas horas, pero ya estoy con cosas más normales, de la vida cotidiana que uno en la vorágine del tenis no tiene, porque uno está acostumbrado a viajes, hoteles, a estar en países distintos cada semana", cuenta Nalbandian, que hoy, en Santiago, Chile, será parte de otro homenaje, ya que será el rival en la despedida de Nicolás Massú, con quien compartió el circuito casi en simultáneo, y como prólogo de la exhibición entre Rafael Nadal y Novak Djokovic.En este tiempo de decir adiós, Nalbandian ya ha trazado su balance. Fue número 3 del mundo, ganó un Masters en Shanghai y llegó a la final de Wimbledon, además de dos títulos de Masters 1000; acaso, como cuenta pendiente le quedó la Copa Davis, su gran obsesión. Pero, ahora, David mira por el retrovisor con calma: "Cuando uno es chico quiere tratar de competir y nada más. Si lo pienso fríamente, logré muchísimo más de lo que hubiese imaginado cuando comencé con el tenis. Llegar a ser profesional y jugar en el circuito no es algo que logran todos los tenistas; hay miles en el mundo y no pueden conseguirlo. Yo estoy muy satisfecho con todo lo que hice; por ahí uno se pone objetivos más altos y quizá no los puede cumplir, pero es parte del desafío del día a día. En el tenis no tenés tiempo para disfrutar los triunfos ni lamentar las derrotas, siempre pensás en el día siguiente, en otro torneo, y nunca te imaginás cuándo ni dónde vas a retirarte, es algo que llega con el tiempo".¿Y la Davis? "No, hoy no pienso en eso, sólo en disfrutar de esta semana y de las cosas cotidianas. Yo agradezco...

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