La danza de luto: el último vuelo de la 'reina del aire'

Ya en su primera visita, en 1975, vino, bailó y conquistó al público argentino. Sólo necesitó desplegar su talento de bailarina. Se trata de Maya Plisetskaya, que falleció ayer, en Munich, Alemania, a los 89 años. Será enterrada en Rusia, según confirmó el director del teatro Bolshoi, Vladimir Ourine.

Maya Mijailovna Plisetskaya había nacido el 20 de noviembre de 1925 y a los 3 años entró en el mundo del ballet en la Escuela de Danza de Moscú y, a pesar de un difícil ambiente familiar (su padre Mikhail Plisetski, judío, fue ejecutado por orden de Stalin en 1938 y su madre, la actriz Rachel Messerer, también judía, deportada con su hermano al gulag) destacó rápidamente en la escuela de Teatro Bolshoi, bajo la influencia de sus tíos Asaf y Sulamith Messerer, ambos bailarines del ballet de ese teatro.

"Detuvieron a mi padre de madrugada -cuenta en sus memorias-. Algo así ha sido descripto infinidad de veces en la literatura, en el cine, en el teatro, pero es terrible vivirlo. Hombres desconocidos. Grandes palabras. Revuelven la casa. Buscan. Mi madre, llorosa, embarazada. Mi hermano pequeño, asustado. Mi padre que se viste con manos temblorosas, porque a él le resulta doloroso, por nosotros. La sorpresa de los vecinos. Las palabras de la administradora de la casa: «Lo mejor era pegarles dos tiros a todos, enemigos del pueblo»."

Parecía que ese destino adverso iba a frenar su vocación, pero nadie previó que esa carga terminaría templando su carácter y fortaleciendo sus decisiones.

En 1943, ingresó al Bolshoi y se convirtió a los 18 años en primera bailarina. Empezó así su carrera profesional con la interpretación de "La muerte del cisne".

Sobresalió rápidamente. Con una perfecta formación académica, adornaba sus interpretaciones con desafíos y sensualidad inimaginables en la danza soviética. Una noche, Stalin decidió celebrar su cumpleaños en el Bolshoi. "Tenía miedo. Los nervios me atenazaban y el piso parecía una pista de patinaje. Miraba sin parar al público, buscando al responsable de la desgracia de mi familia", recordaba la bailarina en sus memorias.

Maya Plisetskaya soñaba con George Balanchine y Maurice Béjart, "inaccesibles" por su hostilidad a la tradición del "realismo socialista".

Después de años de veto, emprendió giras internacionales durante las que visitó países como los Estados Unidos, Francia, el Reino Unido, Italia (donde fue directora del Ballet de la Ópera de Roma), la Argentina (actuó en varias oportunidades) y también en...

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