Daniel Pelegrina: 'El bolsillo del productor está más flaco que en 2016'

Mendocino, ingeniero agrónomo especializado en economía agraria y padre de seis hijos, Daniel Pelegrina es el nuevo presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA). A los 55 años, le tocó asumir el cargo luego de transitar un tercer mandado como vicepresidente primero y tras la salida de Luis Miguel Etchevehere, que el 21 del actual jurará como ministro de Agroindustria de la Nación. Proveniente de una familia que ya estaba vinculada con la producción en Mendoza, desde Castilla, en un pueblo del partido bonaerense de Chacabuco, trabaja en un establecimiento agrícola con cinco hermanos. A la SRA llegó de joven y enseguida se metió en el movimiento juvenil. Fue secretario, vicepresidente y presidente del Ateneo. Ahora es el máximo responsable de una institución que tiene 151 años y cuenta con algo más de 100 empleados.

-¿Qué significado tiene ser presidente de la Sociedad Rural Argentina?

-Es una responsabilidad enorme por la historia y la potencia que tiene la Sociedad Rural, pero también con un cariño enorme por haberme involucrado hace mucho tiempo. Es una entidad que es maravillosa. Tengo la oportunidad de conducirla con un equipo de gente desde la propuesta,

-¿Cuáles van a ser los ejes de su gestión?

-Vamos a continuar con las líneas clásicas y básicas de la entidad, con la libertad, el comercio, el respeto a los principios constitucionales, aggiornados a los tiempos que nos toca vivir. El país está teniendo oportunidad de la mano de un cambio de escenario, de políticas y rumbo que valoramos. De la mano del campo es posible tener desarrollo y sobre esa base vamos a trabajar. Tenemos que entender que el crecimiento va a venir con exportar, con la necesidad de exportar volúmenes importantes.

-¿Cómo ve la foto de lo que hace el Gobierno para el sector y la economía?

-Miremos el contexto, de dónde venimos. Han dejado [el gobierno anterior] una herencia grande, con mucha pobreza y falta de crecimiento y cuestiones sin solucionar como la inflación, el principal enemigo de las clases más necesitadas y de la competitividad. Vemos bien cómo lo ha encarado el Gobierno. La infraestructura también es algo que nos pega en la competitividad y hay que recuperarla muchísimo. Medidas como las retenciones (por la eliminación en varios productos) y tener un cronograma de reducción (en soja) es valioso. Luego, haber sacado las distorsiones del comercio ha sido de mucho beneficio.

-¿Qué falta?

-Queda terminar con una cantidad de burocracia que está latente...

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