Dalla Via y Corcuera: 'El sistema se debe cambiar, pero el Congreso y el Poder Ejecutivo no escuchan'

Los camaristas Santiago Corcuera y Alberto Dalla Via, integrantes de la Cámara Nacional Electoral, fueron frontales en una entrevista con LA NACION. Reconocieron que la Argentina se aproxima a los comicios en un clima de creciente sospecha y que "situaciones como las de Tucumán desgastan la credibilidad de los ciudadanos".

Por eso, la Cámara -que hace quince días dictó la acordada 100, para reclamarle soluciones al Poder Ejecutivo y al Congreso-, prepara una batería de medidas, que consensuará con los partidos políticos, a los que convocó para el 15 de este mes.

-¿Puede repetirse en octubre el escenario de Tucumán, con situaciones de fraude?

Dalla Via: Situaciones como las de Tucumán siempre traen consecuencias negativas, que desgastan la credibilidad.

-Corcuera: Fraude, en términos técnicos, es llegar a torcer el resultado de la elección. Eso no es posible a nivel nacional. Ni siquiera ocurrió en la elección de 2007, que fue la más difícil. Cualquier irregularidad tiene peso suficiente en comicios donde intervienen muchos millones de personas. Además, el sistema electoral nacional es menos vulnerable que el de algunas provincias. Y el Ejército, que custodia todo el operativo, no es la policía de Tucumán y siempre trabajó bien.

-¿Qué medidas tomarán?

Dalla Via: Imaginamos los planteos que nos harán los partidos y consensuaremos las respuestas.

-Corcuera: Pediremos a los jueces electorales que distribuyan todas las boletas, sin límites de logística. Nombraremos un delegado responsable de cada escuela, para que reciba y custodie las urnas desde el día anterior y para que guarde boletas extra, para reemplazar las que se roben los partidos. Coordinamos con el Correo una mejor distribución y repliegue (recolección) de las urnas y queremos que cada camión del Ejército que las traslade tenga un GPS, para que podamos hacer un seguimiento minuto a minuto. Además, en muchas mesas vamos a nombrar más autoridades suplentes. Y para evitar sospechas como las de Tucumán y otros comicios, las actas de escrutinio tendrán un duplicado. Muchas veces, los telegramas que envía el presidente de mesa para el escrutinio provisional son ilegibles, se hacen trampas o están mal transcriptos y no coinciden con lo que el presidente de mesa anotó en el acta de escrutinio, que es la que se pone dentro de la urna para el escrutinio definitivo. Entonces surgen sospechas. Lo mejor es que el acta de escrutinio, desde un primer momento, se confeccione por duplicado, con papel...

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