El Dakar, frente al dilema latino

El Dakar puso punto final a la competencia. Ayer los equipos regresaban a sus hogares. La vuelta a casa siempre es un momento muy especial, por los balances realizados, por las frustraciones y los gozos de una aventura que quedará por siempre en el recuerdo de sus protagonistas. Ayer también embarcó buena parte de la organización francesa de la ASO (Amaury Sport Organisation), responsable de la carrera más exigente del mundo. Sin embrago, ese regreso a París está signado por la preocupación de no saber aún cuál será el recorrido final del siguiente Dakar, en enero de 2016.

"Ya comenzamos a trabajar para definir el camino. Tenemos algunos inconvenientes, pero primero queremos cerrar el 2015 para meternos de lleno en 2016", adelantó Etienne Lavigne, director general del Dakar y el responsable de definir el trayecto de la próxima aventura.

Habitualmente, mientras se disputa un Dakar, ya se conocen (al menos dentro de la organización) los detalles del siguiente, aunque la confirmación oficial y el anuncio se efectúe durante la tercera semana de marzo. Esta vez la incertidumbre es mayor.

Chile no está dispuesto a confirmar el paso de otro Dakar por su tierra. El gobierno de Michelle Bachelet realizará un análisis profundo sobre el impacto que genera la competencia en su país. En ese sentido, la ministra de Deportes, Natalia Riffo, fue contundente: "Haremos una gran evaluación en todos los ámbitos para luego definir si continuamos con el Dakar". La misma funcionaria, el año pasado, puso en duda el Dakar 2015 tras el terremoto que azotó a la ciudad de Iquique. Tras arduas negociaciones, el aporte de ese país para la carrera se redujo de 6,5 millones de dólares a 4,1 millones.

En Chile el Dakar no cuenta con la popularidad que tiene en otros países, como en la Argentina o en Bolivia. Y el impacto en suelos con riqueza arqueológica es un tema por demás sensible. A tal punto que este año un incidente con dos pilotos de motos que se alejaron de la hoja de ruta y fueron demorados tuvo mayor trascendencia que la carrera en sí. De todas maneras, las autoridades regionales por donde pasó la caravana aguardan que se defina la continuidad de la competencia, ya que económicamente reporta importantes ingresos.

Por su parte, la ASO ya había recibido un revés por demás importante anteriormente: la negativa de Perú de recibir el Dakar para 2015: la ministra de Comercio Exterior y Turismo del gobierno del presidente Ollanta Humala, Magalí Silva, rechazó...

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