La cuota de frescura estaba en la cantera

Será cuestión de creer que algo se ha modificado. En medio de tanto clima denso, de temperaturas elevadas, la brisa de aire fresco que sopló anoche en La Boca le cambió el semblante al equipo. No se trata de una exclusiva responsabilidad de la edad, nada de eso. Lo que ayer encontró el conjunto xeneize va más allá de un nombre puntual, aun cuando las grandes luces se las robe uno solo. Se abrió paso en la oscuridad la luminosa irreverencia de Leandro Paredes, que destelló con fuerza justo en un clásico, en la Bombonera, ante San Lorenzo y después de cinco jornadas sin poder ver nada con claridad. Pero también aparecieron en la marquesina los nombres de Guillermo Fernández, Cristian Erbes y Nicolás Colazo, en ese nuevo dibujo por el que apostó Julio Falcioni, en el que pudo equilibrar energías y que contó con la complicidad de Walter Erviti y Rolando Schiavi, para sostener la estructura.Aparecieron las respuestas con los pibes de raíces xeneizes. De la mano de los enérgicos 18 años de Paredes, Boca encontró las soluciones para calmar tanta tensión interna y externa. Este pibe que hace 10 años llegó a La Ribera y que comenzó a patear una pelota a los 3 años, en el club de baby La Justina, en San Justo, ayer brilló y mostró parte de su repertorio con dos zapatazos desde fuera del área que dejaron sin respuestas a Migliore. Apenas un puñado de minutos entre los grandes, 12 partidos oficiales en su cuenta y dos años después desde su debut (el 3 de noviembre de 2010, ante Argentinos Juniors) marcó dos goles, sus primeros dos goles, en un clásico y le cambió la cara a Boca.Justo Paredes, que fue señalado por Riquelme como el jugador distinto que tenía el plantel, ayer en la Bombonera comenzó a justificar por qué Román lo eligió como su posible heredero. Debutó a los 16 de la mano de Claudio Borghi y no tuvo continuidad en medio de tanta vorágine xeneize. Se hizo escuchar en este torneo cuando fue determinante en Santa Fe, ante Unión, y ayer confirmó toda esa picardía y todo el talento que le imprimieron en el club Brisas del Sur, en Mataderos, su segunda casa futbolera, aún brilla con intensidad."Estos chicos ya son una...