Cumplir los sueños sustentables

-

Entre el consumo de electricidad, los traslados tanto en auto como en transporte público, los alimentos con productos químicos, las botellas y tantas otras cosas -si se tiene en cuenta cada rubro desde que uno se levanta hasta que se va a descansar- parece imposible vivir sin contaminar.

"Una familia de cuatro personas que vive en la ciudad usa, en el baño, 150.000 litros de agua por año, tanto para ducharse como para el depósito. En cambio, en los baños ecológicos los desechos líquidos y sólidos se trabajan por separado: los líquidos se vuelven fertilizantes. Tenemos tratamientos de aguas grises y las aguas del baño tienen una cámara que usamos para el regado de las plantas aromáticas. Hay un gran ahorro de agua", detalla Thakur Das, director de Eco Yoga Park, ecoaldea de General Rodríguez, provincia de Buenos Aires, en la que viven entre 12 y 15 personas y donde, desde hace 16 años, se difunden los principios de la vida sustentable, el yoga y el vegetarianismo. Tiene, además, un restaurante orgánico vegetariano y vegano.

"El delito ecológico se comete en la góndola del supermercado, no en la vereda cuando se tira un papel. Se puede vivir muy bien sin comprar envases ni envoltorios de plástico", asegura Antonio Urdiales Cano, dedicado al diseño, la enseñanza e investigación de la permacultura desde 1997. "La gente que come basura y bebe pintura necesita tirar envases y envoltorios. Si uno come comida y bebe bebida no genera desperdicios y no estropea la salud", explica con vehemencia. En los cursos que dicta enseña a sus alumnos que lo importante no es separar, sino directamente no juntar. Y da un ejemplo muy claro: un puñado de yerba usada no es basura, de la misma manera que una botella limpia no es basura. La basura se genera cuando se juntan esa yerba con la botella.

Por supuesto, el tema económico puede convertirse en una traba a la hora de llevar adelante una aldea eco. "Nos estuvo costando mucho ser sustentables desde allá. Además de tener huerta y animales, también hay que tener una actividad sustentable para generar dinero. Es complejo formar una comunidad", comenta la arquitecta Laura Frogioni, una de las fundadoras de la Asociación Civil Conciencia Comunitaria, que desde hace ocho años tiene en Cañuelas, provincia de Buenos Aires, la ecoaldea de la Comunidad Chobita.

+

La idea de las aldeas ecológicas nació en los años 60, cuando aparecieron las primeras comunidades y se formuló el concepto de permacultura, que consiste...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR