El culebrón de la derecha francesa se termina: le despejan el camino a Fillon

PARÍS.- El candidato presidencial de la derecha francesa, François Fillon, pareció ayer haber superado el putsch urdido por una parte del partido conservador Los Republicanos (LR) para reemplazarlo por Alain Juppé. En una jornada decisiva, el retiro de Juppé y la capitulación de los golpistas despejaron el camino de Fillon para seguir la campaña como candidato del partido.

"Tras una extensa reflexión, el comité político renovó por unanimidad el apoyo a François Fillon y se compromete a trabajar a favor de la unión de las familias políticas de la derecha y del centro junto a él y su proyecto", afirmó el comunicado del LR, al término de una extenuante jornada de declaraciones, tratativas y rumores.

Por la mañana, Juppé había dado a conocer su decisión de no participar del llamado "plan B" (léase: el reemplazo de Fillon en la campaña presidencial). "No seré candidato a la presidencia de la república. Ya es demasiado tarde", afirmó desde Burdeos, ciudad de la cual es alcalde.

Con dificultades para ocultar el amargo sabor que le dejaron las últimas horas del psicodrama que tiene sumidos en la perplejidad a los franceses, el ex primer ministro aseguró que "jamás en la Quinta República unas elecciones se presentaron en condiciones tan confusas".

Una parte del partido consideraba a Juppé como único recurso posible para reemplazar al candidato. Fillon fue designado en las primarias del 20 y 27 de noviembre, en las que derrotó a Juppé por 66,5% a 33,5%. "¡Qué desperdicio!", clamó con desdén, tras recordar que, en aquel momento, el partido tenía casi ganada las elecciones del 23 de marzo y 7 de abril, y estimó que ahora corría el riesgo de ser derrotado.

Juppé justificó su decisión explicando que no tenía "intenciones de sumergirse en transacciones partidarias ni negociaciones sobre cargos". En otras palabras, el alcalde de Burdeos parece haberse negado a plegarse a las condiciones reclamadas por el ex presidente Nicolas Sarkozy (padrino de LR), que habría pretendido obligarlo a designar a sus hombres de confianza en puestos clave del próximo gobierno.

"Pretendían que fuera el monarca que reina pero no gobierna, como Isabel de Inglaterra", comentó un miembro del equipo de Juppé. Eso permite comprender otro párrafo...