Cucuza: tango con esquina de rock

Cucuza Castiello, ex niño cantor prodigio de tango (cantó con Goyeneche), ex jugador de fútbol en Argentino Juniors (jugó con el Turquito Maradona), ex empleado de un técnico dental (hasta hace un año y medio), está parado en el medio de la vida -tiene 47 años- y las cosas con el tango le están yendo muy bien. Sus ciclos en el Bar El Faro empiezan a ser legendarios y sus cruces con el rock en el ciclo La Menesunda, también. "Siento que estoy en el mismo lugar, no lo digo tirando a menos. Pero tengo que ser gil para no darme cuenta lo que pasa. Voy caminando por la calle y aunque no salgo por tele la gente me conoce", dice, todavía con incredulidad.

Cucuza, con esa pelada que lo asemeja a un Luca Prodan tanguero, generó uno de los fenómenos más artesanales y notables de la nueva escena desde 2007 con su ciclo "El tango vuelve al barrio" en el Bar El Faro de Villa Urquiza. "Por querer cantar en el bar de mi barrio en Parque Chas terminé cantando en Hong Kong. Se ve que son cosas que hacían falta porque de movida anduvo bien", reflexiona ahora en otro bar mítico, pero de Almagro, El Banderín.

La figura de Cucuza creció en el boca en boca en los cien barrios porteños. Se convirtió en el cantor que todos quieren tener en sus recitales de invitado, o que quieren escuchar en una de esas misas tangueras que se repiten una vez al mes en la esquina de Pampa y Constituyentes. Su apertura tanguera hizo posible reunir al habitué del cafetín de barrio con el pibe del punk que escuchaba a Dos Minutos, todos abrazados, cantando y llorando con "Alma en pena" de Aietta y Jiménez, la dupla que según él, no puede faltar en ningún repertorio tanguero.

"Eso pasa muy a pesar mío, porque lo que quiero es cantar bien. En el fondo soy un cantor de tangos y me encontré con todas estas situaciones, como que escriban un libro sobre mí, que me nombren personalidad de la cultura en la legislatura, y que además junte gente de diferentes palos. Para mí, eso es natural. En cambio, el ambiente de tango siempre fue medio canuto. Pero yo disfruto juntándome con otros. Soy un juntador compulsivo".

Hoy, en el tango, nadie deja de hablar de Cucuza Castiello. Y, en el ambiente, todos saben que es el único cantor capaz de emocionar con su registro sensible en un tango como "Cobardía" durante sus noches del Faro, o combinar en una misma tanda un tema de Don Cornelio y la Zona como "Ella vendrá" con el tango "Volvió una noche" de Carlos Gardel en el ciclo itinerante Menesunda, que...

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