Cuadro de una trayectoria

Del proyectil frutal al elogio desmedido, Daniel Melero construyó una trayectoria al margen de la historia oficial del rock argentino. Sin embargo, el revisionismo hace años que se encargó de otorgarle el título de Brian Eno vernáculo. El, quizá, ya no se sienta a gusto con este nombramiento. El hombre que dice encontrar joyas allí donde otros sólo ven basura, el tipo que se define como "preso de su vocación", el vanguardista que siempre está hurgando en el futuro incierto, hoy eligió detenerse sobre el camino recorrido y tomar cuatro de sus discos para ensobrarlos en un mismo packaging. Cuadro es el nombre del box-set que acaba de lanzar Ultrapop, el sello indie que habitualmente edita sus obras.Cámara , de 1991; Rocío , del 96, Piano y Tecno , del 99 y 2000, respectivamente, componen esta retrospectiva, este recorte medular de la discografía del fundador de Los Encargados que prescinde de otros diez álbumes de estudio pero que, sin embargo, los contiene en silencio. Aires de Pet Shop Boys y de synth -pop invaden a Cámara , el disco con el que Melero inauguró sus 90. De él participan Gustavo Cerati, Diego Tuñón, Flavio Etcheto y Daniel Nijensohn, entre otros. Algunas ideas sugeridas en su debut como solista, Conga (88), encuentran aquí su mejor versión. Un disco lúcido, cruzado por imágenes paganas y el viejo ritual de la seducción. "Y en este cuarto vi brillar/ la forma del deseo / ella estaba ansiosa / por ser uno de mis recuerdos", canta DM en "La forma del deseo".Si Cámara tuvo una repercusión tibia en su época y no logró captar la misma atención que producían...