Cruzados por la angustia

Nunca fueron amigos.

"Claro?, ahora contra Uruguay que me caguen a patadas a mí, ¿no?" Tevez no ocultaba su fastidio. Algunas horas antes, Messi, la joya de 18 años, frente a Perú había cautivado al Monumental en su primer partido como titular en la selección. El equipo ya se había clasificado para el Mundial de Alemania y Pekerman se permitía algunos experimentos en la formación. Pero tres días después, la última fecha de las eliminatorias obligaba a visitar a Uruguay, desesperado y afilado, porque necesitaba ganar para llegar al repechaje. Al jugador del pueblo, con 21 años, ya lo idolatraban en Boca, había conquistado la Libertadores y también el oro en los Juegos de Atenas. Una batalla de egos, a veces infantil y jamás asumida, se abría entre ellos.

Hubo un día, el 28 de junio de 2006, que retrató quién era quién por entonces. La selección iba a jugar contra Alemania en los cuartos de final del Mundial. En una inolvidable conferencia de prensa en Herzogenaurach, Tevez abrió grandes sus ojos y respondió: "Yo tenía 2 años papá, no me acuerdo". Tenía razón. Al día siguiente se cumplían 20 años de la consagración albiceleste en México y querían saber cómo lo había vivido. Desde ahí y hasta el final se desató un show de ocurrencias que siempre lo tuvo como animador. Desopilante y encendido. Había acudido al contacto con los medios con alguien más? con un introvertido Messi, a quien redujo a un rol decorativo. Los protagonismos en la vida interior de la selección iban a cambiar, pero a Tevez le llevaría tiempo comprenderlo.

Hubo un día, sólo uno en la historia, que uno reemplazó al otro: Tevez por Messi, el 16 de noviembre de 2005. Un partido decorativo en la agenda de la selección, pero con apetito recaudatorio en la exótica Doha. Fue victoria 3-0 sobre Qatar. Luego, la primera vez que compartieron la titularidad?, la Argentina perdió: en la recta final hacia la Copa de Alemania, Croacia superó a la selección por 3 a 2?, y justo ellos marcaron aquellos tantos insuficientes. El de Messi quedará por siempre como su bautismo goleador con la mayor. Las perlas del archivo regalan otra coincidencia: Serbia, en la fabulosa victoria 6-0 en Gelsenkirchen, en plena Copa, sufrió el estreno mundialista de ambos en la red; Carlitos marcó el quinto y Leo el sexto?, de derecha y tras pase de Tevez.

Coincidieron casi seis años en la Argentina, pero no jugaron mucho juntos. Y casi nunca brillaron. Tampoco tuvieron suerte con sus entrenadores: salvo los...