Cruje el peronismo por el malestar social

Cristina Kirchner, Verónica Magario y Fernando Espinoza, durante el acto de asunción del intendente de La Matanza.

Hace muchos años, un senador brasileño solía afirmar que con la política pasa como con las nubes. Uno las mira y tienen un diseño, pero las deja mirar y al rato, casi sin que uno se dé cuenta, esa configuración levemente y de a poco cambió. Esto es lo que está pasando delante de nosotros en la Argentina, en estos días, en estos meses. Si uno mira con atención la forma de la nube, el diseño que va teniendo el juego, el diseño de la política, va a ver que hay algunos rasgos que de a poco se van modificando y es importante advertirlo porque si uno sigue mirando el mismo fenómeno con categorías anteriores, esas categorías ya nos explican menos.

Hay algo que no se modifica. Cuando miramos la escena pública y, puntualmente, al oficialismo vemos que va perdiendo popularidad porque está liderando una escena caracterizada sobre todo por el malestar social. Ese malestar ya no interpela solo al oficialismo sino a toda la clase política. Pero, como siempre el principal imputado cuando la gente está enojada es el Gobierno.

Esto produce distintas conductas y diferentes reacciones en los principales líderes del Frente de Todos, del peronismo, del kirchnerismo. Lo vemos cambiar. Están tratando de buscarle la vuelta a ese malestar y a esa pérdida de popularidad. Por momentos se diferencian del Gobierno. Pero después se dan cuenta de que esa diferenciación llega a un extremo que los perjudica y tratan de buscar puentes internos. En eso están.

Estos últimos días se conoció una entrevista que le ofreció Máximo Kirchner al periodista Tomás Rebord, que realiza largas entrevistas por YouTube. El formato le da al entrevistado la oportunidad de hablar mucho y expresarse sobre distintos temas, casi sin límite de tiempo. En el caso de Máximo Kirchner duró más de tres horas.

Hicimos dos recortes para advertir que lo que parecía hasta la semana pasada un enfrentamiento con Alberto Fernández, que llevaba al límite de la ruptura, ahora se modificó. Máximo Kirchner dice: "Los problemas de la Argentina son muy grandes para una mesa tan chica. Creo que tenemos que ampliar y que tiene que haber mucha más discusión y bueno obviamente la discusión a veces toma un cariz complejo. [...] Cristina es brava también, y encima es mina. Imaginate para algunos hombres, se ponen muy inestables ante eso. Respecto a su carácter, por lo menos en el caso de Alberto, la conoce hace mucho tiempo, no es que va a desconocer cómo va a ser Cristina en un debate o una discusión...".

Máximo Kirchner pide lo siguiente: una mesa en la que esté Cristina, Sergio Massa, Héctor Daer, Emilio Pérsico y Wado de Pedro, como un espacio para debatir las cosas. "Pero donde ni quiero estar yo", aclara. Y dice: "En este momento prefiero ayudar desde un lugar que es hablar con todos los compañeros y compañeras que pueda, con la gente, ver qué les podemos diseñar, cómo están las cuestiones de gestión, recorrer, estar. No tengo ganas de estar en otra posición, ya pasó eso y creo que hay gente que en esta coyuntura lo puede hacer mejor que uno".

Está diciendo algo que, si uno mira sistemáticamente la argumentación oficial, el kirchnerismo le viene pidiendo a Alberto Fernández: "Déjanos cogobernar, armá una mesa donde se pueda discutir la política oficial, la política de Gobierno". Están en un brete, porque la identificación que sería formar esa mesa tendría también un costo. Curiosamente, Máximo Kirchner se excluye, pero incluye a gente inesperada para lo que serían sus afinidades y rechazos, como Emilio Pérsico, del Movimiento Evita, que se lleva pésimo con La Cámpora; Daer, de la CGT convencional; los gobernadores, que no todos están alineados con Cristina Kirchner. A muchos les gustaría un Alberto más fortalecido para tomar cierta independencia del kirchnerismo. "En esa mesa yo puedo no estar", dice Máximo. Eso llevaría a una identificación que en algún punto contamina. La alternativa es lo que veíamos en los discursos anteriores.

Máximo dice que Cristina y Alberto "tendrían que hablar. Sobre esto hay algunas curiosidades, por ejemplo, el viaje que realiza Alberto Fernández a una cumbre de la paz en París y después el viaje hacia Indonesia, donde en Bali se está realizando la cumbre del G20. Si uno hace la cuenta de las veces que Alberto Fernández se vio con Macron este año, se vio más veces con el presidente de Francia que con la vicepresidenta de la Argentina. Hay una fascinación misteriosa con el presidente de Francia, a quien le dedicó 12 tuits. No obtuvo ni una respuesta. Llegó a Bali, y después de verlo cuatro días en París volvió a comer con él.

Máximo Kirchner en el Congreso del PJ bonaerense.

El problema de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR