Cristina sale a cazar jueces al voleo

Cristina Kirchner no es belgraniana;http://www.lanacion.com.ar/1593930-cristina-kirchner-no-sea-cosa-que-venga-una-cuatelar-y-nos-impida-votar-legisladores-o-presidentespara respaldar el más ofuscado e injusto discurso que le haya dedicado al Poder Judicial y, sobre todo, a la Corte Suprema. Fue una pieza cargada de desconciertos y contradicciones, dos días después de la sentencia de la Corte, que declaró inconstitucional su reforma judicial, que cambiaba radicalmente el Consejo de la Magistratura.Como es su costumbre, http://www.lanacion.com.ar/1593947-cristina-kirchner-concreto-aspectos-de-su-discurso-en-rosario-por-twitter, mientras acumula análisis y especulaciones que nadie contradice. Luego, los expone brutalmente ante una multitud cautiva de aplaudidores. Ningún colaborador le advirtió, por ejemplo, que con su sermón de ayer podía pisar el límite del golpismo. Faltó muy poco, en efecto, para que la Presidenta convocara a sus militantes a voltear a la Corte Suprema, que es el objetivo que se ha propuesto desde diciembre último.Amigos y adversarios de la Presidenta se preguntaban desde el martes por qué había promovido una reforma judicial que no podía pasar una simple revisión de constitucionalidad. ¿Qué estrategia había detrás de ese esfuerzo inservible? No había estrategia. Ésta es la única conclusión válida después de comprobar el estupor y la furia que exhibió ayer en el Monumento a la Bandera. Otra vez, nadie le aconsejó que cambiara la dirección a tiempo, antes de estrellarse con otro fracaso político.La Presidenta está cada vez más aislada. No porque alguien se haya propuesto aislarla, sino porque ella tiene un estilo de conducción que rechaza el consejo oportuno. A su alrededor sólo caben la adulación y la sumisión.En uno de sus duros párrafos de la víspera, Cristina Kirchner advirtió que la Justicia (¿la Corte?) podía firmar una acordada impidiendo que los argentinos voten a su presidente y a sus legisladores.Pocas horas antes, Diana Conti, que es la expresión pública del inconsciente cristinista, alertó sobre experiencias latinoamericanas de cortes supremas que habían provocado golpes de Estado. En las palabras de Conti estaba el mensaje directo que luego fue elíptico en el discurso de Cristina: la Corte Suprema es golpista. Es capaz de perpetrar un golpe de Estado. ¿Cómo se llamaría, si no, la decisión de impedirles votar a los argentinos? Ese fantasma de una Corte golpista ya se lo había explayado Cristina al presidente del máximo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR