Cristina Kirchner y un extraño incidente con la policía

Es natural que haya quedado involucrado en el prolongado conflicto por el control del conurbano entre Cristina Kirchner y los intendentes que conducen el peronismo bonaerense. Se trata del cuerpo encargado de proveer seguridad y, en interacción con la Justicia, garantizar el orden público en lo que usualmente se denomina la calle. Un espacio cuyo manejo adquiere dimensiones casi mitológicas en las creencias del kirchnerismo. Considera su manejo una fuente insustituible de poder. Era inevitable que la protesta realizada la semana pasada por un sector de los uniformados reprodujese ese cuadro de tensión en un momento crítico para los jefes comunales, acorralados por la ley 14.032, que limita a un solo mandato la posibilidad de ser reelegidos.A menos que renuncien antes de cumplir la mitad del último para quedar en condiciones de volver a presentarse. Necesitan para eso un contexto económico más favorable que el actual. Pero aun así tendrían otro problema. La creciente gravitación de la vicepresidenta. No solo en el Frente de Todos. También en el gobierno nacional y el bonaerense. Es la figura más relevante del oficialismo. El enfrentamiento que mantienen desde hace más de 10 años es suficiente para ser pesimistas. No tendría motivos para concederles el beneficio que precisan: resolver su situación antes del 22 de mayo, cuando vence el plazo para inscribir candidaturas en las PASO. Existe otro inconveniente: es muy difícil que haya lugar para todos en las listas.Una situación angustiante que los empuja a cerrar filas con Alberto Fernández. Y a reivindicar un oxidado espíritu de cuerpo que intentaron renovar con el plan de seguridad encargado a Jorge Ferraresi, el ingeniero de los intendentes. El Presidente tiene motivos para mirar el conurbano. El Frente de Todos obtuvo allí la ventaja de casi dos millones de votos que garantizó su triunfo. Una región crítica para consolidar la gobernabilidad de la administración central y la bonaerense. La diferencia es que Kicillof cuenta con el respaldo de Cristina, enemiga de los intendentes en ese territorio. Ese enfrentamiento recrudeció por el control de los fondos del plan de seguridad.Los jefes comunales no se resignan a que el Tesoro bonaerense distribuya entre los municipios el dinero aportado por el gobierno nacional, la base para presentar a Fernández como la solución a la principal demanda de la marcha del 17 de agosto, pero también la clave para que el kirchnerismo desarticule el reagrupamiento...

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