Cristina hace subir la temperatura del paro

La marcha del último 24 de marzo se diferenció de las cinco celebraciones anteriores del Día de la Memoria en que no sólo se abocó, como siempre, al repudio del pasado, sino que por primera vez trajo algunas reconsideraciones sobre el presente. La inédita reivindicación pública a las 20 organizaciones armadas de los años 70, que incluyó el documento leído esa tarde en la Plaza de Mayo, terminó de alterar, además del contenido de un discurso de institucionalidad que los organismos de derechos humanos venían ejerciendo con consenso mayoritario desde 1983, cierta armonía transitoria que la CGT imaginaba mantener al menos hasta su próximo paro, previsto para el jueves.

"Fue una enumeración pensada y detallada por alguien que está muy en tema, porque se nombró a fuerzas muy específicas y ya olvidadas, no sólo ERP y Montoneros", se sorprendieron en una de las usinas del área seguridad del Gobierno.

Esa lectura desde el palco, que puede no haber sido novedosa en la ideología, pero sí desde su carácter público, ahondó en el frente sindical divergencias que ya se habían percibido claramente el 7 del mes pasado, cuando militantes kirchneristas y de izquierda se trenzaron, apurados por la fijación de una fecha para la huelga general, en reclamos y grescas contra los representantes de la central de Azopardo. Casi no hay puntos en común en la discusión porque, en el fondo, la CGT y el kirchnerismo no buscan lo mismo. Quien siente en persona estos tironeos es Pablo Moyano, uno de los agredidos en aquella concentración y, a la vez, el más decidido a ser inflexible con el Gobierno.

La certeza sindical de estar frente a fuerzas políticas con poco afán negociador multiplicó además los reproches internos hacia los dos líderes que más han trabajado para incluir en la protesta a las organizaciones sociales y a las CTA: Juan Carlos Schmid y Francisco "Barba" Gutiérrez. ¿Qué postura debería tomar después de las reivindicaciones de Plaza de Mayo la UOM, gremio al que pertenece Gutiérrez y que todos los años empapela la ciudad con la foto de José Ignacio Rucci? Son dudas que incomodan a los organizadores del paro. "Hay un debate, pero yo creo que hay que incluirlos a todos porque los desocupados también necesitan nuestra representación", explicó anteayer a la nacion Schmid, a quien Gerónimo Venegas y Luis Barrionuevo suelen objetarle en broma sus posturas menos conservadoras. "Ahí viene el zurdo", lo han definido alguna vez.

El Gobierno intenta aprovechar estas...

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