Cristina, frente a problemas inesperados

La candidatura a la reelección de Cristina Kirchner quedaría confirmada en las próximas horas, paradójicamente, en uno de sus peores momentos desde que comenzó su recuperación ante la opinión pública.Su gobierno ha quedado más que salpicado por el escandaloso desvío de fondos destinados a las viviendas que debía construir la Fundación Madres de Plaza de Mayo.Las muestras de debilidad del oficialismo surgieron también con la devolución de materiales incautados el pasado verano de un avión del gobierno de los Estados Unidos, con la inolvidable ayuda del alicate del canciller Héctor Timerman.Hay que sumar el papelón por el culebrón del Inadi, protagonizado por dos funcionarios kirchneristas como Claudio Morgado y María Rachid, que concluyó en el despido de ambos, y la crudeza del conflicto desatado en la provincia de Santa Cruz, feudo K en el que no se dictan clases desde hace casi dos meses.Nadie en el oficialismo discute la postulación de la Presidenta a su reelección. Pero el afán de la jefa del Estado por concentrar la toma de decisiones vinculadas con mínimos detalles de las campañas distritales y por monopolizar la lapicera a la hora de confeccionar las listas de candidatos está generando cierto malestar en la dirigencia. El reciente encuentro público entre Daniel Scioli y Hugo Moyano, en el que el gobernador avaló la eventual postulación a diputado de Facundo, hijo del titular de la CGT, es sólo una muestra de ese estado de ánimo.Los encuestadores afines al Gobierno están menos locuaces y ya no pueden sostener que la Presidenta cuente con una intención de voto cercana o superior al 45%, como señalaban semanas atrás.El golpe que significó el escándalo en la organización Madres de Plaza de Mayo aún no ha sido asimilado por el Gobierno y su efecto negativo en la ciudadanía es indudable.No hay elementos como para agotar el caso en los Schoklender, como quisiera el Gobierno. Y sobran las contradicciones.La titular de las Madres, Hebe de Bonafini, se manifiesta engañada por el "demonio" de Sergio Schoklender, para quien ahora pide "cárcel para siempre", pese a que, años atrás, invocaba la necesidad de creer en la redención de quien asesinó a sus propios padres.Bonafini confió que desde hacía más de un año tenía graves diferencias con Schoklender y que incluso le había pedido que se fuera de la fundación. Sin embargo, el 24 de marzo pasado organizó un acto en el cual Schoklender fue uno de los principales oradores, junto a funcionarios del Gobierno como...

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